El entrenador que inaugurará el primer campo de fútbol 7 interior en Asegra

Mercedes Navarrete

Granada

Domingo, 23 de marzo 2025 | Actualizado 24/03/2025 08:24h.

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La fiebre por el balón y el entusiasmo de toda una legión de niños futboleros que sueñan con convertirse en los próximos Vini Jr. o Lamin Yamal es la gasolina que ha disparado el negocio de Miguel Ángel Jiménez, entrenador y empresario que triunfa con su academia de fútbol MJ Padbol en el polígono de Asegra. La empresa está creciendo tanto que ha alquilado una nueva nave en el mismo parque empresarial para ampliar las instalaciones e inaugurará, en apenas un mes, el primer campo de fútbol 7 bajo techo de Granada. «Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida». La famosa máxima del filósofo chino Confucio se cumple a la perfección en el caso de Miguel Ángel Jiménez, que nació con un balón pegado al pie y es uno de esos privilegiados que ha logrado convertir su gran pasión en su ocupación.

Comenzó su negocio en una nave de 500 metros en Las Gabias, donde introdujo a los granadinos en el pádbol, un deporte de equipo que fusiona fútbol y el pádel. Las instalaciones también permitían el entrenamiento de equipos de fútbol y la celebración de eventos como cumpleaños infantiles, un modelo que le ha hecho ir creciendo. La nave de Las Gabias se quedó pronto pequeña y dio el salto a otra de dos mil metros en el polígono de Asegra, donde tiene un campo de fútbol sala (40x23 metros) que permite entrenar sin miedo a las condiciones meteorológicas.

«Siempre me ha gustado emprender y arriesgarme», cuenta este empresario con alma de fútbolista –o viceversa– que empezó en el equipo de su barrio, el Zaidín y dio el salto a la cantera del Villareal que le firmó con catorce años. Llegó a ir convocado en Segunda División y se retiró en Tercera, ya de vuelta a Granada. En cuanto a su experiencia empresarial, empezó en el negocio de su familia, una panadería en la que sigue echando una mano. De hecho tiene mucha mano con la pastelería. Pero su verdadera pasión tiene forma esférica. «El balón es mi forma de vida», asume.

Como buen deportista, Miguel Ángel Jiménez siempre compite contra si mismo y tiene un afán de superación y una disciplina que le han ayudado en su carrera como emprendedor.

Lleva año y medio con sus instalaciones MJ Padbol en Asegra, donde entrenan casi un centenar de futbolistas, la mayoría niños, de distintos equipos, de los seis hasta catorce años, además de 22 peñas. «Hemos firmado convenios con clubes como el Arenas de Armilla y el Alhendín y vamos a seguir creciendo, pero tenemos más público, más allá de la escuela. Vienen aficionados que quieren echar un rato con los amigos y gente que hace entrenamiento funcional. Ofrecemos calistenia, crossfit y preparaciones físicas específicas», señala.

El negocio se ha ido adaptando a la demanda, por eso cuando Miguel Jiménez vio que una gran nave junto a sus instalaciones en Asegra se quedaba libre, no se lo pensó y la alquiló para ampliar servicios. En apenas un mes espera abrir la nueva nave con el primer campo de fútbol 7 bajo techo de Granada (60 metros de largo por 33 de ancho), donde entrenarán a los alumnos más avanzados. Además incluirán nuevos servicios de salud y preparación física, un bar y hasta tienda deportiva.

En el proyecto acompañan a Miguel Jiménez otros profesionales del fútbol como Gorka Pintado o Jonathan Duberly Robles 'Tibu'. «Hemos fichado también a Manuel del Arenas del Armilla y no solo recibimos alumnos aquí sino que podemos ir nosotros a los distintos clubes a enseñar nuestra experiencia», esgrime.

En el mundo del fútbol, en el que cada vez más prima el negocio en todos los niveles, Miguel Ángel Jiménez se esfuerza por ofrecer algo diferente. «Nosotros hemos sido dolientes del campo, como yo digo, y apasionados por este deporte. Por eso me gusta que los jugadores vean evolución de verdad y que también la vean sus padres. Nos buscan y es la clave de que la academia esté creciendo», asegura orgulloso.

Lo que tiene claro el entrenador es que con disciplina y esfuerzo todos pueden mejorar. «Esto es como quien apunta al niño al inglés, a base de practicar se aprende. Hay niños que van a avanzar más rápido pero todos pueden evolucionar. En este deporte es muy importante empatizar, hay niños muy buenos que sin embargo sufren en su club. Aquí cuidamos mucho el tema psicológico, queremos prepararles en todos los sentidos», reflexiona. Y si la experiencia le ha enseñado algo es que no se puede poner etiquetas de buenos o malos futbolistas a los niños: «Quién menos te lo esperas te da la sorpresa».