La lavandería granadina de los hoteles cinco estrellas
Negocio familiar ·
.Cano y Mario Ávalos pusieron en marcha una empresa en un local de 35 metros y limpian 12.000 kilogramos de ropa al día. Se mudaron a Monachil y han apostado por la sostenibilidad y la innovación
Con apellido de un escritor que escribió una obra maestra como Don Quijote de la Mancha, afincada en la avenida apellidada como el autor de las aventuras de ese hidalgo, Lavandería Cervantes atesora una historia humana destacada y por momentos heroica. La empresa arrancó en ... 1988 de la mano del matrimonio Carmen Cano y Mario Ávalos. En ese momento y justo en el primer mes, ella queda viuda. «siendo una mujer sin formación en el mundo de la empresa». «Tuvo que batallar mucho en un 'mundo de hombres' por salir adelante con la ayuda de su familia más cercana y aguantar hasta que yo decido en 2003 dejar mis estudios de física y dedicarme a la empresa», explica Mario Ávalos, su hijo, sobre ella, al frente del negocio en la actualidad y desde hace unos años.
Publicidad
«Ahora mismo estamos en fase de optimización de calidad y no tenemos más de 50 clientes»
«Por ese esfuerzo y sacrificio cuando en 2015 montamos la sociedad decido que esta sociedad lleve su apellido, por ella y por los que la ayudaron al principio», especifica Ávalos. Lavandería industrial Cano SL fue la denominación elegida, aunque popularmente es conocida como Lavandería Cervantes y así se le encuentra si se le busca a través de internet. Lo conservan a pesar de la mudanza en 2018 al polígono industrial de Las Canteras de Monachil, en donde ya están asentados. Entonces pasaron de 150 metros cuadrados de instalaciones a tener más de 4.000 metros y la «mejor» maquinaria industrial del sector.
«La empresa nace en abril de 1988 en la avenida Cervantes y hemos mantenido el nombre popular dando servicio a los hoteles de lujo de la ciudad y hoteles 'boutique' de más renombre desde entonces, así como atendiendo a restaurantes y residencias de estudiantes de toda Granada», concreta el propietario y gerente. Recuerda Mario Ávalos que la llegada al sector fue «accidental». Rememora que su padre quería montar un negocio para ayudar a la economía familiar y contactaron con una amiga que tenía una lavandería en la zona de la Carrera de la Virgen, a la que le iba bastante bien. Así, decidieron transformar un local pequeñito de 35 metros en la avenida de Cervantes, junto al antiguo bar Sandokan, en una pequeña lavandería industrial con capacidad para 250 kilogramos de ropa procesada al día –ahora llegamos a procesar 12.000–».
Esta empresa de origen familiar empezó con cuatro personas y en la actualidad, unos 36 años después, están cerca de las cincuenta. Trabajan principalmente para hoteles, residencias de estudiantes y grandes restaurantes, pero también tocan el hospitalario desde que implantaron en 2020 su sistema de trabajo con barrera sanitaria. Esto significa que la ropa limpia nunca comparte espacios de trabajo con la sucia gracias a la envergadura de las instalaciones y «a nuestro sistema de lavado con túnel y no con lavadoras tradicionales». La zona de la ropa sucia está aislada del resto de la lavandería. Los textiles, lavados salen de modo automatizado al espacio de limpio. Sin interacción humana que los contamine», según detallan desde la empresa. Hay más. «Son procesos de lavado y blanqueado con agentes biocidas. Usamos vapor a más de 100 grados para calentar el agua y garantizar la desinfección total. Todo esto monitorizado por 'software' y maquinaria de última generación», expresan.
Publicidad
Tras la pandemia
Sobre el mercado, Ávalos indica que han llegado a atender a más de 120 clientes en Andalucía oriental, pero desde la pandemia se han centrado en Granada capital y sus alrededores como muy lejos. «Ahora mismo estamos en fase de optimización de recursos y de calidad en el servicio y no tenemos más de 50 clientes. Atendemos la mayoría de los establecimientos de cinco estrellas de Granada y hoteles 'boutique' de Granada centro».
«Nos diferencia la cercanía en el trato, el compromiso con lo que hacemos»
El propietario de la lavandería describe que tras una complicada etapa económica con la pandemia, que les llegó justo al hacer la inversión en la nueva planta, «estamos en plena remontada con muy buenas perspectivas por delante. En 2025 queremos terminar de montar la parte de la lavandería que no pudimos completar por la llegada de la pandemia, que nos permitirá ser más óptimos a todos los niveles y dar más calidad de terminación de planchado y plegado en las prendas ya terminada de forma automatizada».
Publicidad
«Nos diferencia respecto a otras empresas la cercanía en el trato, el compromiso con lo que hacemos, la pronta respuesta cuando hay incidencias y el criterio de sostenibilidad con el que funcionamos desde que montamos la nueva planta», analiza. La innovación es clave en esta empresa granadina en toda su actividad porque mejora nuestro producto «en cuanto a calidad final, a trazabilidad –localización de prendas en todo momento– y nos hace más rentables».
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.