Carla Di Caudo, Rafael González Redondo y Rafael González Maldonado en la consulta del Centro Neuromédico.Pepe Marín
Una saga histórica de neurólogos pioneros en Granada
De Almuñécar a Granada ·
El primer médico, sin dinero para colegiarse, puso su primera consulta en la Costa; el segundo inició la primera consulta neurológica privada en Granada en 1979 y el tercero ha abierto el Centro Neuromédico en la capital
Todos con el mismo nombre, primer apellido y el mismo oficio: Rafael González, tres generaciones de médicos. Han atendido a miles de granadinos. La historia ... de esta saga comienza con el padre de Concha Rodríguez Carmona, que tenía una imprenta en Granada. El olor a libros lo impregnó todo. Concha se convirtió en una de las maestras más queridas de Almuñécar y en una mujer independiente. Desoyó a su familia cuando se prendó del primer Rafael González Martín, un fotógrafo de turistas en la Alhambra que había huido de Trevélez.
De esa unión nació Rafael González Rodríguez, en 1924. Niño en la Guerra Civil, fueron años «muy duros», pero se empeñó en ser médico. Trabajaba los veranos de albañil para costearse los estudios y como no alcanzaba para libros los «copiaba» de sus compañeros de promoción. Fue alumno interno del sanatorio Virgen del Pilar de Granada y asistente del doctor Baldomero Bueno en la Maternidad de Granada.
Miembros de las tres generaciones, juntos.
Ideal
El primer médico de esta saga terminó la carrera sin dinero «ni para colegiarse», según recuerda su familia. Se inició en Cástaras, Carataunas y pueblos aledaños. Subía en mulo para visitar a sus pacientes hasta que reunió lo suficiente para colegiarse y casarse con Angustias Maldonado Sabador, que le convenció para ejercer en Almuñécar. Poco a poco fue prosperando en todos los sentidos, especialmente querido por su humanidad. Atendía tanto a los pescadores como a los turistas que empezaban a llegar. Trajo al mundo a muchos de los almuñequeros que nacieron en los años 50, incluyendo a sus cuatro hijos.
Frente a la iglesia
En aquella época también hacía análisis, radiología y pequeñas intervenciones desde su consulta particular frente a la iglesia. Ejerció siempre como médico libre hasta que en 1977 obtuvo una plaza en el hospital de Almuñécar, de la que se jubiló anticipadamente en 1990 continuando en su propia consulta hasta completar 50 años de ejercicio. En 1997, el Ayuntamiento de la localidad le rindió un caluroso homenaje.
El segundo de la saga es Rafael González Maldonado (Almuñécar, 1951), neurólogo con extenso currículum. A los siete años quería ser médico, como su padre; y con nueve marchó interno al colegio de los jesuitas de Málaga. Agradece sus «valores humanos», las 28 matrículas y esa sutileza para «estar en el mundo sin ser del mundo». Desde los doce años manejaba su barquita por las playas de San Cristóbal y Cotobro; el mar le enseñó a sentirse libre.
El primer residente
González Maldonado se licenció a los 22 años y enseguida ejerció en el hospital Clínico. Encontró al doctor Pañeda, neurólogo de Madrid que vino al hospital granadino cuando aún no había Neurología. González Maldonado fue el primer residente de Neurología, inició la primera consulta neurológica privada en Granada en su propia vivienda en 1979 y alcanzó la jefatura de servicio del Hospital San Cecilio en 1991.
En su currículum cuenta con dos becas, en 1981-1982, como Research Fellow en el Royal Free Hospital y Queen Square de Londres. En 1991-1992 fue elegido presidente de la Sociedad Andaluza de Neurología. Como profesor asociado dio clases en Medicina y Psicología muchos años. En 1996 fue un éxito su libro de divulgación médica 'El extraño caso del Dr. Parkinson', al que siguieron 'El extraño caso del Dr. Alzheimer' y más de una decena de libros que los pacientes comentan en redes sociales de España, Francia, Holanda y otros países.
En tres idiomas
Desde 2014 ejerce exclusivamente en la medicina privada, donde prima el «contacto personal y emocional, que tanto beneficia a los pacientes». De su padre aprendió ese arte de explicar sus diagnósticos de especialista como «un médico de pueblo». Así obtuvo en 2017 el premio TopDoctors, que le designó entre los 50 mejores médicos privados de España. Ahora trabaja tres días por semana en su despacho de Melchor Almagro, y por videoconsultas en tres idiomas.
En la misma Facultad de Medicina de Granada se formó el tercero de la saga, Rafael González Redondo (Granada, 1979), que a los 25 años emprendió rumbo a Pamplona. Durante su residencia en Neurología en la Clínica Universidad de Navarra recibió una gran influencia del profesor Obeso, aprendió directamente de grandes figuras de la neurología mundial, como Oleh Hornikiewicz (descubridor de la levodopa) y del profesor Stanley Fahn en Nueva York.
Su tesis doctoral sobre el deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson recibió el premio extraordinario de la Universidad de Navarra, pero se siente aún más afortunado por cruzarse por ello con Carla, entonces una neuróloga argentina también por doctorarse.
La doctora Carla Di Caudo se convirtió en su compañera de viaje vital. Recién casados y en aquellos tiempos de crisis no les resultó difícil la decisión de emigrar en 2013. En Aruba, una de las paradisiacas Antillas Holandesas, les confiaron el desafío de desarrollar el único departamento de Neurología del país, para lo que recibieron formación en centros de prestigio internacional como la Universidad de Harvard o la Mayo Clinic (EEUU). Al segundo hijo, por ellos, decidieron regresar a España, previo paso por Inglaterra (2017-2018).
Finalmente, radicados en Granada durante la pandemia, trabajaron simultáneamente en el Virgen de las Nieves y San Cecilio, mientras se turnaban las guardias covid para atender a cuatro hijos menores.
Padre e hijo ejercieron juntos en el consultorio de la calle Melchor Almagro durante cinco años en los que más de 7.000 pacientes confiaron en sus servicios médicos. Entre tanto, la doctora Di Caudo, neuróloga en Argentina, completó vía MIR la residencia de Medicina Física y Rehabilitación en el hospital Virgen de las Nieves.
Nuevo centro
Después adquirieron rápidamente habilidades de gestión. En enero de 2024 inauguraron el nuevo Centro Neuromédico en Periodista Aquilino Morcillo Herrrera 10, con un equipo profesional constituido por seis profesionales sanitarios, incluyendo neurólogo, médico rehabilitador, pediatra, internista, psicólogo, logopeda y tres de apoyo. En el Centro Neuromédico ofrecen «un cuidado integral de los problemas neurológicos, desde el diagnóstico hasta la recuperación».
Colaboran con asociaciones granadinas de pacientes como la de Parkinson, la de Alzheimer y en programas específicos de neurorrehabilitación. Presumen de «atención ágil y resolutiva, con la calidez de una saga familiar; aportando un valor social a los pacientes de Granada y otras provincias con patologías neurológicas complejas o que no pueden esperar. Tiempo es cerebro».
Tres generaciones y una cuarta que aún es muy pequeña, pero que promete. Son los González Di Caudo, cuatro niños que crecen viendo a su abuelo, padre y madre ejercer la medicina; que escuchan con atención las historias de excelencia, progreso y dedicación de aquel bisabuelo médico tan humano. Anoten, uno de esos cuatro niños (nacido en 2017) se llama Rafael González Di Caudo.
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