El visionario que trajo a Granada el alquiler de maquinaria

Así se pusieron los cimientos de esta empresa familiar, que ahora trabaja en varias provincias. Fundó el negocio en Granada con la misión de ofrecer soluciones innovadoras en el sector del alquiler y venta de maquinaria. Inspirado por su experiencia y determinación, Ramón Vicente, un emprendedor, cuando esa palabra no estaba de moda, ha ido avanzando hasta llegar a la sociead, ahora dirigida por sus hijos, referente en Andalucía.

Trabajan, en el año 2024, más de sesenta personas, entre Málaga, Córdoba, Jaén y Granada. Los tres hijos del fundador, que son Ramón, Emma y Carmen Delia, son los que dirigen el negocio familiar desde hace unos años. Son miembros del consejo de administración y accionistas.

Los primeros tornillos, como si de las muchas máquinas que manejan se tratara, los puso Ramón Vicente cuando comenzó a trabajar como comercial para una empresa de maquinaria, mientras que en sus ratos libres, daba clases particulares de contabilidad. Para poder ir ahorrando y pagar la pensión en la que vivía en Granada. Sus hijos ponen en valor el cariz resolutivo y las ganas por mejorar de Ramón Vicente, que le hicieron despuntar muy rápido donde estaba empleado, pasando de ser comercial, a tener cargos de mayor responsabilidad, hasta que llegado el momento, con solo veinticuatro años, lo nombraron gerente.

Su inquietud iba más allá. La empresa en la que trabajaba solo vendía maquinaria, aún no existía en España, la mentalidad de alquilar las máquinas. En aquellos años Setenta, comenzó a verse un cambio, tanto en la economía como en los modelos de uso y consumo de maquinaria industrial, que ya no solo se vendía, sino que también empezaba a alquilarse. Su boda con María del Carmen Moreno Luque, fue un punto decisivo. Así, con 28 años empezó a abrirse camino en solitario y abrió aquel primer negocio en Arco Elvira.

No fue fácil, según recuerda, pero ante cualquier adversidad Ramón Vicente le ponía más ganas. «Nada se le pasaba, y agudizaba el ingenio para dar solución a cualquier situación o problema que se le presentaba. En un principio no contaba siquiera con personal para la descarga de los camiones, por lo que echaba mano de cualquier persona que se prestase voluntaria, y después le pagaba invitándola a comer. Pero a pesar de estos difíciles comienzos, el éxito fue tal, que en poco tiempo, abre otra delegación en Almería, al frente de la cual se sitúa su hermano Pedro», rememora la familia.

Al principio sus ganancias solo se concentraban en la venta, pero poco a poco se fue haciendo con una cartera de clientes que arrendaba la maquinaria. Así es como compra un local cercano a plaza de Toros para dejar allí el producto que tenía. Y, fue en 1979 cuando Ramón Vicente decidió cambiar el nombre a su empresa, pasando a llamarse Metalúrgica Andaluza de Maquinaria S.A. iniciales de Mamsa, que es como se conoce a día de hoy.

En 1980, se trasladaron a las actuales instalaciones que Ramón Vicente obtuvo en propiedad en el polígono Asegra. Fue entonces cuando terminaron de marcar las dos líneas de trabajo de la empresa, por un lado, la venta, y, por otro lado, el alquiler de maquinaria. Además, a lo largo de la misma década, fundaron delegaciones en Córdoba y Jaén, y en los años noventa Málaga, dando lugar al Grupo Mamsa.

Sus tres hijos, tras terminar sus estudios, fueron incorporándose a la empresa, a partir de la década de los noventa. A inicios del año dos mil, Ramón Vicente Riquelme, comenzó a disminuir su ritmo de trabajo, y progresivamente, fue traspasando toda la carga empresarial a sus hijos.

Siempre ha sido una guía para sus vástagos, una figura «imprescindible». «Mi padre ha sabido llevar de forma inteligente el relevo generacional, fue delegando en sus hijos y él se fue retirando poco a poco de la operativa diaria, pero venía todas las mañanas por la empresa y hablábamos con él, ya no viene a las instalaciones todos los días y se le echa mucho de menos», son palabras de su hija Carmen Delia, que lo admira como persona y empresario.

La segunda generación pone todo su empeño en continuar el ejemplo y los conceptos de su progenitor, para seguir desarrollándose e innovando con respecto al cambio de los tiempos. No se espera una tercera generación; están en un proceso de profesionalización de la empresa.

Actualmente, el Grupo Mamsa, continúa implicado en el mercado de la maquinaria; manteniendo sus dos líneas de negocio de venta y alquiler, así como la prestación de servicios asociadas a las mismas. Aunque estuvieron muy focalizados hacia la construcción, que suponía el noventa por ciento de sus ingresos en 2007, la llegada de la crisis hizo que tuvieran que adaptarse y reorientarse hacia otros sectores donde poder trasladar su 'know-how', respecto a la maquinaria, y su vocación de atención a las necesidades de los clientes. Defienden que «en Mamsa no solo somos máquinas».

La introducción en el sector de servicios públicos, de la mano de marcas como Dfsk, Karcher Y Oil Steel, así como los desarrollos propios de maquinaria como fabricante de segunda fase de Grupo Mamsa, les ha permitido adaptarse a la demanda de maquinaria ecosostenible, «tan necesaria actualmente, siendo pioneros en maquinaria con motorizaciones eléctricas y bifuel».

De igual forma la implantación dentro del sector agrícola, tan importante en Andalucía, como concesionario de Landini, le ha permitido aportar una nueva visión dentro de este mercado, con su propuesta de venta y alquiler, siempre bajo el ADN Mamsa.

En esta empresa familiar no han perdido ni un ápice de esa vocación permanente de adaptarse a las necesidades del cliente y el afán de dar continuidad al servicio prestado durante cerca de cincuenta años. Tal y como les ha enseñado su padre, Ramón Vicente Riquelme.