
L. L.
Sábado, 22 de marzo 2025, 10:20
Los bombones son un reclamo con el que siempre quedar bien a la hora de realizar un regalo. Gustan a pequeños y grandes y sirven para cumplir como detalle. Además, hay marcas que dominan el mercado de los bombones, pero hay algunas que no son tan buenas como se pensaba.
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El estudio de la OCU ha identificado varios factores que explican las deficiencias en ciertos productos:
Uso de grasas alternativas a la manteca de cacao: Idealmente, un bombón de calidad debería estar compuesto por manteca de cacao 100%, una grasa premium que se funde a la temperatura corporal y proporciona una textura inigualable. Sin embargo, muchas marcas optan por reemplazarla con grasas más económicas como aceite de palma, o grasa láctea anhidra, reduciendo así la calidad del producto.
Sustitución del azúcar por jarabes de glucosa y fructosa: Aunque estos endulzantes abaratan la producción, afectan negativamente el sabor y la experiencia de degustación.
Deficiencias en la presentación y textura: Un panel de expertos pasteleros ha evaluado color, brillo, grosor del chocolate, relleno, sabor y textura. Algunos bombones presentan defectos como superficies mates, puntos blancos de grasa, capas de chocolate demasiado gruesas o rellenos excesivamente dulces y grasos.
Los bombones que suspenden
El informe de la OCU destaca cuatro productos con una puntuación especialmente baja
Caja Roja de Nestlé: Este clásico no ha convencido a los expertos. En vez de utilizar manteca de cacao en exclusiva, incorpora grasas como palma, shea y grasa láctea anhidra, lo que afecta tanto a la textura como al sabor. A pesar de ser el producto más caro del estudio (47,96 €/kg), su composición ha resultado decepcionante.
Trapa Sublimes: Aunque no contiene jarabes, usa mantequilla, aceite de coco y girasol en vez de manteca de cacao pura. Su sabor y textura no han convencido a los catadores, aunque su precio es más asequible (17,8 €/kg).
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Lindt Lindor: Conocidos por su cremoso relleno, estos bombones han obtenido una mala valoración debido a su contenido en aceites de coco, palmiste y grasa láctea anhidra. Para su precio (37,45 €/kg), los expertos esperaban una mejor composición.
Guylian SeaShell: Aunque su composición no es el principal problema, la degustación no ha sido favorable. El exceso de dulzor y una textura poco lograda han hecho que estos bombones no cumplan con las expectativas, a pesar de su alto precio (32,6 €/kg).
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