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C. L.
Martes, 1 de octubre 2024, 14:39
Ganar 15 millones de euros en el Euromillones es un premio que cualquiera querría obtener. Es muy difícil dar con la combinación correcta, pero el éxtasis que supone ver los números combinados implica una satisfacción tremenda ya que implica un premio que muy pocos podrán conseguir nunca. Herman, ciudadano europeo de nacionalidad holandesa, lo consiguió y su vida cambió por completo en cuestión de días.
El Euromillones es un premio que se celebra y a la vez se comparte por varios países europeos, nueve en total. Se trata de: Bélgica, Francia, Suiza, Luxemburgo, Reino Unido, Irlanda, Austria, Portugal y España. Se juega, de manera simultánea, en todos los territorios, cada martes y viernes. El sorteo se lleva a cabo en París y se emite en directo en las diferentes naciones que están adscritas al sorteo.
No es un sorteo especialmente novedoso ya que su sistema de plantillas imita a muchos otros sorteos que se celebran en la Unión Europea, pero también en otros lugares del mundo. En el caso del Euromillones, las apuestas se ejecutan escogiendo un mínimo número de cifras en la primera columna, así como dos estrellas, numeradas del uno al doce.
Además, todos los jugadores acceden al sorteo extra de 'El Millón' solo por participar con un código adicional que puede dar un millón de euros. La probabilidad, no obstante, es muy baja, ya que es de una entre 139,9 millones. Herman, sin embargo, lo consiguió, y ha compartido algunos datos de su experiencia y su felicidad es relativa.
Ha hecho varias compras con el premio. Tras revisar varias veces el billete porque no se creía que hubiera ganado explicó que se había comprado una casa prefabricada para hacer viajes y una de campo, precisamente en España. También comenzó a practicar 'rallycross' una de sus pasiones. «Compré cosas que antes no podía como una casa para mí», valoró.
Pero su lección de vida es otra, un consejo que pide que se apliquen otros ganadores, a los que reclama que no utilicen el premio para compartirlo con otras personas porque solo les traerá problemas. «Todo el mundo te conoce y empieza a pedirte dinero. La gente empieza a fantasear», declara.
Los problemas no vienen por prestar el dinero, sino más adelante, en el caso de que se empiece a reclamar ese dinero. «Si les preguntas cuándo te devolverán el dinero, la amistad se acaba», afirma Herman, en una declaración que deja helado, ya que para él ganar dinero no fue un alivio por mucho que recibiera millones de euros.
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