«Soy instalador y te cuento por qué tu comunidad de vecinos debería instalar placas solares»

Cada vez es más común encontrar placas solares en los tejados de las viviendas. Sin embargo, aunque sea bastante fácil dar con una instalación de este tipo, hay un sitio en el que todavía es bastante raro verlas: los edificios residenciales. Y lo cierto es que, al igual que ofrecen grandes ventajas para las viviendas independientes, también es posible disfrutar de ellas si se instalan en comunidades de vecinos.

«Aunque se ven poco en comunidades de vecinos, la verdad es que son muy interesantes para este tipo de edificaciones», asegura a IDEAL Manuel Contreras, presidente de la Asociación de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones de Granada. «Muchísimos habitantes viven en edificios, así que hay una gran cantidad de gente que se puede beneficiar de la energía solar realizando instalaciones en las azoteas», explica. Y, además, estas instalaciones «no son muy complicadas».

En este sentido, Contreras detalla que existen varias opciones si una comunidad de vecinos decide instalar paneles fotovoltaicos. Por un lado, se puede realizar una instalación colectiva por parte de varios vecinos, de modo que estos compartirán la energía generada. Además, también se puede realizar la instalación de forma individual: «Puedes pedir permiso a la comunidad y si te lo otorgan puedes instalar tus placas y beneficiarte de ellas». Y también está la vía de el uso común para la comunidad, utilizando la energía generada por los paneles para el alumbrado, los ascensores y las cocheras.

El presidente de la Asociación de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones de Granada reconoce que estas instalaciones «tienen más requisitos a nivel legal», pero «pueden llevarse a cabo sin problemas». «Es necesario que antes de realizar la instalación exista una aprobación por la junta de propietarios y se llegue a un acuerdo de reparto de la energía», añade.

Y una vez establecido ese acuerdo, las ventajas son exactamente las mismas que las que ofrece una instalación en una vivienda unifamiliar: ahorro económico, consumo de energía limpia, mayor sostenibilidad… Además de una revalorización «notable» del edificio y las viviendas que hay en él, ya que «una edificación con fotovoltaica se revaloriza mucho».

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