Así puede fallar tu coche diésel según la experiencia de un mecánico

Pasar por el taller se ha convertido en toda una odisea para determinados conductores. Pese a que a día de hoy las ventas de coches diésel se hayan desplomado, básicamente porque apenas hay oferta de motores ante las políticas cada vez más restrictivas enfocadas a la reducción de emisiones, la realidad es que el parque de segunda mano sigue siendo mayoritariamente diésel y es el combustible más vendido en las gasolineras.

En este caso las crecientes limitaciones de emisiones obligó a los fabricantes a introducir innumerables filtros y procesos para reducir las emisiones contaminantes, incluido el aditivo adBlue. Tal y como confirman los propios mecánicos, la parte más delicada de los diésel es el filtro de partículas, un componente ubicado en el escape del coche y que tiene que eliminar la mayor parte de las impurezas que emite el motor.

El problema que explica esta avería recurrente es que el filtro de partículas solo funciona bien a altas temperaturas, por lo que los conductores que hacen trayectos cortos y no logran que se caliente suelen tener problemas con esta pieza, pues no termina de hacer correctamente las reacciones químicas necesarias y provoca que se atasque el filtro.

El coche deja de funcionar y es necesario llevarlo a un taller para que lo limpien y lo regeneren. Para no tener que llegar a ese punto, es importante evitar los trayectos cortos y al menos una vez a la semana hacer que el coche ruede en carretera con el motor revolucionado para que se completen las reacciones químicas.

La mayor parte de los mecánicos comparten la solución a un problema que es cada vez más habitual. De igual modo conviene usar siempre combustible de buena calidad, evitando gasolineras viejas en las que los tanques en los que se almacena el combustible pueden tener impurezas.

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