C.L.
Sábado, 23 de noviembre 2024, 09:43
Una moneda extraordinaria puede estar escondida en cualquier rincón del monedero. Dentro de la 'calderilla' que tenemos para pagar un café o cualquier aperitivo del bar puede haber una sorpresa por la que los coleccionistas pagarían miles y miles de euros por una moneda que no se puede encontrar en cualquier lugar.
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Un ejemplo es esta moneda de 25 pesetas de 1990 plateada, que es única, ya que fue diseñada con motivo de Barcelona '92 y cuenta con un dibujo personalizado que no se puede encontrar en la mayoría de monedas de cinco duros, que suelen tener un diseño bonito, pero no tan espectacular como este, específico para los Juegos Olímpicos de Barcelona '92.
La cuestión es si realmente vale un millón de euros esta moneda, como se pide por ella en Ebay. Es cierto que se han visto cosas exageradas en la numamística, pero quizá este precio sea elevado aunque se trate de una pieza de coleccionismo puro y duro. El paso de las semanas permitirá saber si su valor real de mercado es este y hay que rebajar su cifra para encontrar un comprador que esté dispuesto a conseguir esta moneda plateada.
Con las pesetas fuera de circulación, conseguir una peseta es un bien muy preciado para cualquier coleccionista. Monedas como esta no se pueden conseguir en cualquier sitio, está claro, pero lo relevante es si realmente tiene entidad propia como para que la cifra que se pueda pagar por ella sea tan alta. Un millón de euros es el precio de salida.
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