Así puedes comprar una bombona de butano de Cepsa ante la huelga de butaneros

Los repartidores de butano están en huelga. El calendario inicial de suspensión temporal del servicio del reparto domiciliario que seguirán las agencias de distribución se inició el 5 de noviembre y seguirá durante todo el mes, los días 13, 21 y 29. En diciembre, los paros también se extenderán también a los días 5, 11, 17, 23.

Según ha señalado la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (Fedglp), que ha intentado negociar en múltiples ocasiones una actualización del sistema que regula el precio de las bombonas, piden una retribución adecuada que permita continuar ofreciendo el servicio de manera sostenible. El conflicto surge porque las comisiones no se han ajustado en más de una década, lo que ha deteriorado la viabilidad del servicio de distribución.

Lo ideal será que los ciudadanos eviten los días de huelga para garantizar que les llega a casa la bombona de butano o propano. O ir directamente a la gasolinera a recogerla.

Los clientes que quieran comprar una bombona de butano en Cepsa por teléfono, deben llamar al servicio de atención al cliente habilitado por la compañía para tramitar el pedido. Esto es, llamar al 902 416 416.

Cepsa también cuenta con un servicio online para que sus clientes hagan los pedidos de las bombonas de butano y recibirlas en el domicilio. Lo primero que hay que hacer es entrar en la sección específica de Cepsa para pedir la bombona online. Una vez aquí, introducir el código postal de la casa donde quieres recibir la entrega de la bombona.

Según sus estimaciones, la huelga «afectará al reparto de las más de 150.000 bombonas de butano que diariamente se suministran en toda la geografía española», correspondientes «a más de seis millones de hogares, especialmente a los más vulnerables, que se verían privados de una energía esencial para calentar sus hogares y cubrir el resto de las necesidades energéticas diarias«. Asimismo, estiman que si no se atienden sus demandas retributivas podrían desaparecer las casi 200 pymes transportistas que actualmente desempeñan esa labor de reparto y, con ello, se destruirían más de 3.500 empleos directos.

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