La escisión pasa factura a la izquierda alternativa, que pierde diez escaños

A nivel provincial, la caída devuelve a la izquierda alternativa al año 2012. Por entonces, Izquierda Unida logró un diputado. Tres años más tarde irrumpió Podemos, con dos parlamentarios que no restaron protagonismo a IU, que mantuvo una plaza. En 2018 contabilizaron dos escaños. Ayer, los granadinos otorgaron solo uno a Por Andalucía –Alejandra Durán– y dejaron sin representación a Adelante Andalucía, que consiguió la mitad de papeletas que la coalición.

La líder de Por Andalucía, Inma Nieto, sumó cifras para intentar precisar esa 'factura' que la izquierda ha pagado por la escisión. «El porcentaje obtenido por nuestra coalición y el de Adelante Andalucía nos lleva a un resultado similar al porcentaje que ha obtenido la extrema derecha, que, sin embargo, casi duplica en escaños y rentabiliza sus resultados y porcentaje», señaló con el escrutinio al borde del 100%. E hizo referencia a Adelante: «La fuerza política que no se sumó (a la coalición) podrá ver el destrozo electoral que está provocando».

A juicio de Nieto, el adelanto electoral les ha perjudicado y «la mayoría absoluta del PP no trae nada nuevo para Andalucía». El adversario para las izquierdas –que coinciden en la necesidad de 'reunión'– es la derecha, insistió.