Un hispano liderará las políticas sanitarias de Biden

Becerra ocupaba el puesto de fiscal general de California desde que Kamala Harris lo dejó para convertirse en senadora. Desde allí lanzó un centenar de demandas contra el gobierno de Trump, centradas sobre todo en sus medidas migratorias y medioambientales, pero también en el acceso a la sanidad. Bajo su batuta, California lideró a una veintena de estados en la demanda contra el desmantelamiento de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible con la que Obama intentó ampliar el acceso médico, solo que Becerra llegó aún más lejos al defender la sanidad universal que pedía el senador Bernie Sanders. Durante las primarias Biden se opuso frontalmente a la idea de ampliar al resto de la población el programa de Medicare que da cobertura médica a la tercera edad para obtener la sanidad universal pública, por lo que no se espera que Becerra defienda esa idea en el nuevo cargo.

Con su nombramiento Biden también expresa gratitud a la población de origen mexicano que le ha procurado la victoria en estados como Arizona y Nevada, claves para su victoria. El nombramiento de un hispano al frente de la cartera de Seguridad Interior que maneja las políticas migratorias despertó cierto escepticismo entre los de origen mexicano, al tratarse de un cubanoamericano. Los exiliados políticos de Cuba y Venezuela gozan de un privilegio único frente a cualquier otro grupo migratorio al beneficiarse de la Guerra Fría con la isla caribeña, que ha convertido a los emigrantes cubanos en exiliados políticos en lugar de inmigrantes, aunque también vengan por motivos económicos. Eso les permite obtener la residencia casi de forma automática y les ha privada de empatía hacia mexicanos y centroamericanos.

Becerra, de padres mexicanos, fue el primero de su familia en ir a la Universidad y aún recuerda a su padre trabajando en los campos de California. Compartirá la tarea de luchar contra la pandemia con otra hispana, Natalie Quillian, nombrada coordinadora adjunta para la respuesta a la Covida-19, el doctor Anthony Fauci, elegido como asesor médico del presidente, y el doctor Rochelle Walensky, un prestigioso epidemiólogo de Harvard que dirigirá el centro para el Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas (CDC).