La 'isla' de Almería reclama más vías de entrada y de salida

«Ustedes sabrán lo que les ha costado, en tiempo y recursos, asistir a este acto en lo que llamamos la 'isla de Almería'». La frase, textual, la expresó el empresario de los empresarios almerienses, Francisco Martínez-Cosentino, en el acto en el que, delante del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; y de manos del monarca Felipe VI, recibía el 29 de octubre de 2021 el Premio Reino de España a su trayectoria empresarial. Su reivindicación, que es la de todos los ciudadanos que pueblan la provincia de Almería, no pudo llegar de manera más directa a las más altas esferas de las instituciones públicas españolas.

«Tenemos un gran país, con muy buenas infraestructuras, que no siempre están bien repartidas», siguió lamentando el presidente de la multinacional almeriense, con sede en Cantoria, Grupo Cosentino, implantado en 40 países desde donde exporta a 120 territorios distribuidos por todo el mundo. «Les debo sinceridad a todos, y debo decirles que la incomunicación que sufre Almería es inaceptable», reprochaba sin cortapisas.

No se inventaba ni una coma. Lo saben los almerienses pero, también, los que tratan de llegar a Almería, bien por motivos profesionales, familiares o de ocio. Los datos, objetivos, están ahí. Y, como muestra, un botón, el de las comunicaciones aéreas.

La web de Aena en el aeropuerto de Almería revela que hay 22 destinos a los que viajar en la actualidad desde o hasta El Alquián. Recoge vuelos de 16 compañías aéreas con ciudades en Reino Unido, Bélgica, Alemania, Portugal, Francia, República Checa, Holanda, Polonia e, incluso, Eslovaquia. A priori no parece una mala oferta. El problema es que lo es solo sobre el papel, o mejor dicho, en Internet. La realidad, sin embargo, es que salir de Almería es igual de complicado que entrar.

Gran parte de los vuelos son charter y los billetes no se encuentran, por tanto, a la venta más que para viajes organizados por touroperadores. Los horarios del resto son, además, leoninos; y mejor no hablar de los precios desorbitados que, en efecto, suponen un enorme agravio comparativo respecto a otras ciudades con las mismas características que la provincia de Almería en cuanto a sus posibilidades en los negocios, en la empresa y, sobre todo, en el turismo.

La odisea para salir o entrar en la provincia a través del ferrocarril es otra historia para no dormir. En lugar de mejorar a través del tiempo, el servicio ferroviario ha ido decayendo y degradándose a lo largo de los años. Por no hablar de los problemas que, viaje sí y viaje también, presentan los trayectos entre Almería y Madrid fundamentalmente. Durante esta campaña electoral han sido, de hecho, varios los episodios sufridos por los viajeros en esta ruta.

La Mesa en Defensa del Ferrocarril ha puesto también en marcha una campaña, coincidiendo con el 23-J que, bajo el lema 'Almería quiere subirse al tren', tiene como objetivo recuperar el Talgo de mediodía con Madrid, así como nuevos destinos para Almería con Sevilla, Málaga y Córdoba, previo transbordo en Granada. Persigue, también, que se revisen las conexiones con la capital nazarí, de manera que puedan incrementarse las frecuencias con el AVE a la capital de España; y demanda una tarifa valle durante, al menos, un año, así como la puesta en funcionamiento del Alvia 730 a finales de este año.

Así las cosas, la única opción válida y asequible para el común de los almerienses es el uso del vehículo particular, sumándole muchas horas del reloj y kilómetros de carretera.

Otro problema es, no obstante, que también estas, presentan ya altos niveles de saturación, por lo que se hace cada vez más urgente el tercer carril de la Autovía A-7 desde Almería hacia el Poniente, así como el acceso desde esta autovía al puerto para su desarrollo económico o el Nudo de Viator, que enlaza la A-7 con la A-92 y otras carreteras que dan servicios a las poblaciones cercanas.

Todo ello, cuando las instituciones autonómicas, nacionales e internacionales abogan cada vez más por una movilidad sostenible que tiene como pieza fundamental el uso del transporte público. Pero, ¿cómo entra Almería en la planificación de futuro que tienen los próximos gobernantes del país?

El Partido Popular aboga en su programa electoral de cara a la convocatoria del 23 de julio por realizar un plan de choque para mejorar la calidad del servicio en la movilidad de Cercanías en todas las comunidades autónomas. El problema es que, en la provincia de Almería, a pesar de los continuos esfuerzos de la Mesa del Ferrocarril por que se avance en conectar a través del tren a la capital, por un lado, con la comarca del Poniente y, por otro, con las poblaciones del Bajo Andarax, que cuenta incluso con línea férrea, no se ha dado ni un paso al respecto más allá del apoyo institucional de los ayuntamientos afectados.

El impulso de los corredores ferroviarios es otro de los objetivos a cumplir por los populares, tanto el Mediterráneo como el Atlántico y el Central, dado que tienen una «importancia estratégica en el desarrollo y la conectividad de nuestro país».

En cuanto al PSOE, pretende aprobar una Ley de Movilidad Sostenible para consolidar la movilidad como «un derecho esencial de la ciudadanía» y para situar a España en «la vanguardia mundial».

«El protagonista de nuestra movilidad diaria debe ser el transporte público», aboga el ideario socialista, con especial atención al autobús, el metro, el metro ligero, el ferrocarril o el tranvía. Y, para priorizar el uso del transporte público, garantizará que sea más asequible para los jóvenes, los trabajadores de bajos ingresos o los pensionistas.

Respecto a la Alta Velocidad, especifica el programa socialista para las Generales del 23 de julio que «seguiremos desarrollando la red de Alta Velocidad para que llegue a Asturias en este mismo año y a Almería en el 2026», además de continuar la ejecución de ambos corredores, Atlántico y Mediterráneo, bajo el objetivo marcado por la Unión Europea de completar la red básica en el año 2030, «una fecha que, probablemente, adelantaremos».

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