Salvador: «No podemos renegociar los más de 200 pactos que hay en España»

Con los resultados del '10N' en la mano, la realidad pinta verdaderamente mal para el partido de Rivera. La mitad de su ejecutiva se ha quedado fuera del hemiciclo, incluido un Fran Hervías que se distanció un océano de cumplir su objetivo: mantener su asiento en la Carrera de San Jerónimo. Como ya pasase en abril, a él se le encomendó la tarea de encabezar la lista de Ciudadanos al Congreso por Granada, pero esta vez ha fracasado. Con orígenes localizados en el municipio de Quéntar, el secretario de Organización de Ciudadanos ha seguido desde Madrid el descalabro de su formación política, un desastre electoral sin paliativos en el que él se encuentra entre los perdedores de una noche que ha dado la espalda radicalmente a Ciudadanos a lo largo y ancho de la cartografía española. La consecuencia de que haya caído exponencialmente, casi 55.000 votos solo en la provincia de Granada, ha sido lo que ha estado detrás de que el líder nacional de Cs tardara en salir a dar la cara. Esto ha retrasado la comparecencia de los dirigentes locales ante los medios desplazados al cuartel general de Cs en Granada (hotel Los Ángeles). Fue la diputada autonómica María del Mar García la encargada de comparecer en una noche muy «dura», tal y como ella misma ha reconocido. Al igual que ha hecho su jefe de filas, García ha reconocido la preferencia del electorado por «más Sánchez» y «más VOX» frente a una propuesta más moderada como la que representa su partido.

Tras haber agradecido el trabajo de los interventores y apoderados de su partido, la parlamentaria ha querido animar a los suyos a seguir trabajando por el país y la provincia. «Tenemos que seguir demostrando que estamos en la política para solucionar los problemas de los ciudadanos», ha explicado. En una comparecencia que apenas ha durado un par de minutos, García ha alabado la autocrítica de Rivera y ha emplazado a su partido tomar nota y a pensar en «frío» las futuras decisiones que tienen que hacer otra vez de Ciudadanos un partido referente en España. Por su parte, Salvador solo intervino a preguntas de los periodistas. Tras haber perdido un buen caudal de votos en la capital, la pregunta era obvia: ¿Tendrá esta nueva correlación de fuerzas en España incidencia en el pacto de gobernabilidad en la ciudad de Granada?. La respuesta del alcalde ha sido tajante. Ha negado la mayor y ha recordado que lo que estaba en juego hoy era el Gobierno de España, no la alcaldía de la capital. «Imagina si ahora nos ponemos por estos resultados a renegociar los más de 200 pactos que hay en España. Sería imposible, ¿no?», ha dicho.

Y a pesar de todo hubo fiesta. Pero nada tenía que ver con Hervías ni con Cs sino con Rafa, un señor enchaquetado que celebró su cumpleaños justo en el cuartel general de Ciudadanos en el día, quizás, menos oportuno para la formación política. Vítores y hasta coplillas que fue lo único que se ha oído con alegría en un hotel Los Ángeles completamente vacío durante casi toda la noche electoral. Solo periodistas y algún que otro trabajador del partido han aguantado desde el principio un escrutinio que se ha ido animando conforme iba avanzando. Sobre todo a partir de las 22 horas, momento en el que han empezado a llegar, a cuenta gotas, los apoderados e interventores del partido. Su entrada coincidía con las imágenes televisivas de unos miembros de VOX eufóricos. Nada que ver con la contención gestual que se vivía a unos 400 kilómetros en el hotel Los Ángeles, donde ya a esas alturas el cumpleaños era historia.

Así que ya no había fiesta alguna. Como ni los más pesimistas imaginaban un mazazo así a las aspiraciones de la formación naranja, pronto se empezó a discutir sobre las causas de la debacle. Entre ellas se encontraba el bandazo a la derecha del partido y la militancia activa a uno de los dos bloques que hoy capitalizan el panorama político español. «Era de prever que PP y VOX tuvieran mucho más predicamento en la derecha en un escenario tan polarizado», explicaba un destacado militante de la formación naranja.

Confirmado ya que no habría escaño y que la pérdida de votos era mejor ni verla, de repente se abrió una ventanita de de oportunidad en el cuartel general de Ciudadanos. Una migaja con la que pasar la indigestión, que no era otra que VOX lograra el segundo escaño por Granada y Onofre Miralles, azote de Luis Salvador en la política municipal, cambiara el pleno del Ayuntamiento por el Congreso de los Diputados. Pero ni siquiera lograron eso, por lo que solo quedaba ya comer y beber. Y así fue cómo se llenó de opinadores la barra de la cafetería de un hotel Los Ángeles que lo mismo vuelve a recibir a Ciudadanos en tres meses. «Mejor no», enfatizaba un afiliado después de echar el último vistazo al recuento del '10N'