Los jienenses acuden a las urnas con resignación

Jaén ha sido madrugadora, y desde bien temprano en los colegios electorales de la capital ha habido un vaivén de votantes. Todos los colegios electorales han abierto con normalidad, como estaba previsto, sin incidente alguno. En general, el ambiente que se respira es de enfado. De incredulidad aún porque los políticos no logren ponerse de acuerdo. Bastantes ciudadanos han afirmado que en principio no iban a votar, pero finalmente han decidido hacerlo. Y entre la indignación y la discusión política, dosis de entendimiento. «Tenemos que comprendernos aunque pensemos diferente. Si a ti te gusta el arroz y a mi los macarrones, ¿qué le hacemos? Pues igual», comentaban dos vecinos que se encontraban tras ejercer su derecho al voto.

Entre los que han acudido a los colegios electorales está Dolores Amate, una jienense que cree que es una «obligación» acudir a las urnas. Lo ha hecho temprano, para así tener el día libre, y porque su marido después acude a misa. «Mi voto es el mismo toda la vida, no lo he tenido que pensar», ha señalado.

En la misma línea se ha pronunciado Lola Cortés, otra votante que siempre mete en el sobre la papeleta del mismo partido. «Venimos siempre por lo que se suele decir de que si no votas luego no te puedes quejar, así participamos de alguna forma. Siempre he votado en todas, aunque esta vez estaba cabreada, pero he decidido venir. A toda la gente que conozco le pasaba igual, estaban enfadados pero al final han decidido acudir», ha añadido.

Isabel Moreno es otra jienense que cree que hay que votar «las veces que sean». «Vengo muy a disgusto porque los políticos tienen que ser más responsables y serios, me sabe muy mal venir, pero no me hubiera quedado sin votar», ha apostillado. En su caso, el voto también lo tenía claro desde hace tiempo.

La que ha decidido su elección a última hora ha sido Belén Román, una jienense que ha acudido a las urnas acompañada de su pareja y de su hija pequeña. «Votar es importante, es el futuro de nuestro país y no podemos dejarlo en manos de otras personas, es importante decidir con nuestro voto. Aunque nos moleste, hay que venir las veces que sea», ha reclamado, a la vez que ha admitido que ha seguido los debates electorales lo que ha podido para decidir a quién votar.

Entre tanto votante, alguno más perdido de la cuenta, como un señor que en el colegio electoral situado colegio público Alcalá Venceslada no encontraba la mesa, y tras dar varias vueltas ha decidido irse. Por otro lado, algunos han aprovechado la jornada para hacer negocio, como el trabajador de una conocida empresa de pizza, que ha depositado publicidad sobre el reparto a domicilio a los integrantes de las mesas electorales. «La jornada es muy larga y seguro que luego os entra hambre», decía. A ellos no les ha parecido mal idea. Aunque para eso aún queda. Que siga la jornada electoral.