Abascal reta al PP a una alianza antiVox frente a los «españoles conscientes»

Abascal, que afeó el cambio de rumbo del PP que, mencionó, «decían que representaba a la gente de Vox, que gobernáramos juntos y que tres días más tarde, la veleta azul, nos llamaba extrema derecha», aseveró también que a los conservadores «se les está poniendo cada de UCD». Una situación que comparó con la de un Vox que «ha triunfado». «Pese a la visión distorsionada de los medios de comunicación, habéis llenado las urnas. Es un honor representaros», dijo.

El presidente de la formación prometió que «los 24 de Vox» -en alusión al número de diputados obtenido en el Congreso- no se van a dejar «amedrentar» ni se van a ir «al rincón llorando como la derechita cobarde» sino que van a defender una voz que antes estaba «silenciada». De hecho, dijo que a los actos de su partido iban «con la hoz y el martillo y con banderas del arco iris» a «amedrentar a la gente» con la «inacción» de las «delegaciones del Gobierno» que debían haber «cargado contra las concentraciones ilegales». «Nos han acosado», describió Abascal contrastando con el resultado electoral de las generales. «Ya estamos en el Congreso, en el Parlamento de Andalucía, en las Cortes Valencianas. Y ahora a los ayuntamientos», apuntó. «Que vengan ahora otra vez y nos digan que no hemos triunfado», dijo vehemente antes de que un miembro del público le replicara, enardecido: «¡Con un par...!».

El discurso de Abascal fue precedido por la intervención de la diputada electa de Vox en Almería Rocío de Meer que vindicó para su formación una posición de «resistencia», «batalla dialéctica», de «David contra Goliat». «Bienvenidos a la guerra», subrayó justo antes de pedir el voto en las europeas para un Vox que busca «defender la agricultura» con barreras para el acceso de productos hortofrutícolas del extranjero. «Primero daremos salida a lo nuestro y ya vendrá lo de fuera», alegó la diputada.

Cabe recordar cuatro quintas partes de la producción hortofrutícola española se vende en el extranjero, lugares en los que los productos son del exterior. «Una valla hace buenos vecinos. Las fronteras son muy necesarias. Con puentes en lugar de muros están compartiendo la casa de los españoles», argumentó De Meer en un discurso en el que clamó contra la «ideología de género», la «muerte» en las interrupciones voluntarias del embarazo o la idea de que exista una brecha salarial de género.