Amat bajo toda la presión
La batalla de Roquetas de Mar ·
El popular aspira a revalidar 24 años después de convertirse en alcalde y tras perder, por primera vez, unas elecciones en RoquetasSecciones
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La batalla de Roquetas de Mar ·
El popular aspira a revalidar 24 años después de convertirse en alcalde y tras perder, por primera vez, unas elecciones en RoquetasLas elecciones del domingo en Roquetas de Mar son más que unas elecciones. Son un plebiscito a 24 años de gobierno continuado del popular Gabriel Amat Ayllón (La Rábita, Granada, 1944), presidente del PP y timonel indiscutible del centroderecha almeriense durante la última década. Amat, ... de 74 años, repite en la lista con el objetivo de sostener la mayoría que ha permitido al PP aguantar contra cualquier envite casi un cuarto de siglo en la que es ya la segunda ciudad en población de la provincia de Almería y la decimocuarta de Andalucía.
La presión, toda, se la ha depositado él mismo sobre sus hombros después de que, en las últimas generales, su partido, invicto durante más de una década, quedase tercero, superado por sus eternos rivales socialistas e, incluso, por aquellos que le vienen marcando los límites por la derecha, Vox. Pero no es algo que se haya demostrado de golpe y porrazo, como un giro de timón desesperado y a última hora. Ya se venía observando esta situación en sus propios gestos anteriores como la dimisión en la Diputación a seis meses de las municipales -que no por anunciada cambia el escenario- o su hiperexposición en el municipio después de unas autonómicas en las que su marca, la del PP, daba síntomas de agotamiento (14 puntos menos, casi 4.000 votos evaporados).
Indefectiblemente, el debate se ha centrado en un dilema con dos opciones: o Amat o no Amat. Tanto el PSOE como la coalición de IU, Tu Decides y Equo, han situado como clave en su llamada al voto el objetivo de jubilar a Amat por la vía del gobierno alternativo. Y el propio PP ha depositado su estrategia en un o 'Amat o el caos': un examen a 24 años de bastón de mando con sus luces («el milagro de Amat», lo han definido) pero también con sus sombras.
Con las cuentas de las generales -que no son netamente extrapolables, es una obviedad- Amat no tiene cerrada su reelección. Más bien al contrario, se podría ver ante la incómoda situación de tener que apoyar a otro partido más votado que el suyo si no quiere ver a los socialistas de Manuel García sosteniendo el que ha sido su centro durante casi un cuarto de siglo -una generación de roqueteros no ha conocido más alcaldes que Amat-.
García, agricultor, lleva años sembrando y arando la tierra roquetera con la intención de llevar, boca a boca, en la relación directa, un proyecto socialdemócrata que no se proyecta en Roquetas desde tiempos de José Dana Laguna. Con la Agrupación Local henchida de ánimo después de lograr, el mes pasado, que el PSOE volviera a ganar unas elecciones en Roquetas dos décadas después, García va a mantener un equipo continuísta que le ha permitido en estos últimos años trazar acuerdos amplios con una oposición muy diversa y heterogénea. Es una experiencia que podría valerle si las sumas le permitiesen una investidura alternativa a la de Amat. Pero para ello serán condición 'sine qua non' acuerdos con el resto de grupos. IU (tres concejales en la Corporación que cierra) y Tu Decides (un concejal) van en estas elecciones juntos. Ese solo efecto sumatorio podría aportarle alguna alegría que sin embargo podría restarle el hecho de que Podemos haya decidido quedarse al margen del proyecto de unidad que ha liderado Juan Pablo Yakubiuk. El por qué: disensiones entre movimientos locales de la izquierda que han derivado en posiciones de difícil confluencia.
Vox irrumpe en las municipales con un empresario de la zona de Playa Serena que se estrenó el pasado domingo acompañando a Santiago Abascal durante una visita a un invernadero. Las instantáneas comiendo sandía han dado varias vueltas al globo -y algún que otro meme-. Y en este cuadrilátero, Cs puede ser el que acabe dirimiendo vencedores y vencidos. Por el momento, se presentan como una alternativa irreconciliable con Amat. Algo que, al menos de forma expresa y pública, no extienden al resto del PP.
Son los hermanos grandes de una pugna con otros pequeños actores, entre ellos una renacida Indapa o varias listas independientes que completan un crisol que se augura, plural: tanto como una población con más de un centenar de nacionalidades conviviendo.
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