Elecciones en Granada

Hundimiento de Cs en la capital: muy lejos de obtener un concejal

El ciclo de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada llegó anoche a su fin, de forma práctica. Fue un ciclo que se inició en 2015, cuando el partido naranja, entonces una formación nacida en Cataluña pero que alcanzó notoriedad nacional de la mano de Albert Rivera e Inés Arrimadas, salió de la nada para obtener más de 15.000 y cuatro concejales, con Luis Salvador como candidato. Cuatro años más tarde, en las municipales de 2019, incluso rompió ese techo para obtener más de 16.000 sufragios, y mantener los cuatro asientos en el salón de plenos de la plaza del Carmen.

En estas elecciones, sin embargo, el sol se ha puesto para los naranjas. La división interna, las deserciones, los problemas orgánicos que ha arrastrado el partido en el ámbito andaluz y nacional, han castigado muy duramente a la candidatura encabezada por la, hasta las pasadas autonómicas, representante granadina en el Parlamento de Andalucía, Concepción González Insúa.

La desolación se trasladó a la sede de campaña, ubicada en el Hotel Reina Cristina, donde se atrincheró la candidata con un grupo de seguidores, sin ofrecer declaraciones a los medios en ningún momento. Quien sí las hizo fue el número dos de la lista, Javier Sierra, que puso en valor el trabajo de los naranjas en las últimas semanas, y deseó que entre las muchas propuestas que su partido puso sobre la mesa a lo largo de la campaña, algunas sean asumidas por el partido ganador.