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Baltasar Garzón, José Moratalla y Jesús Valenzuela unen sus manos después de hacer efectivo el acuerdo a tres partes. Ramón L. Pérez
Granada llega al segundo milenio en un 'tripartito'

Elecciones históricas en Granada | 1999

Granada llega al segundo milenio en un 'tripartito'

Gabriel Díaz Berbel (PP) gobernó Granada con mayoría absoluta durante cuatro años pero no pudo revalidarla en 1999 y se dejó la alcaldía en manos de un acuerdo que firmaron PSOE, IU-LV y Partido Andalucista. José Moratalla accedió al sillón.

Sábado, 20 de mayo 2023, 00:26

El polémico monolito dedicado a Bill Clinton y su frase del mejor atardecer del mundo en el Mirador de San Nicolás, el paso de las Spice Girls por Granada y por el balcón del Ayuntamiento, el polémico restaurante del edificio del Rey Chico o las causas judiciales abiertas contra el concejal Francisco Jiménez Carmona marcaron el único mandato de Gabriel Díaz Berbel como alcalde de Granada. Todas esas polémicas habían levantado ampollas entre la oposición pero también en su propio partido, un PP que se había resquebrajado de forma interna por las desavenencias entre el alcalde y el presidente provincial, Juan de Dios Martínez Soriano. Una enemistad que, al menos por una parte, la del propio Díaz Berbel, no se tapó, sino que se hizo pública en declaraciones a los medios de comunicación sin tapujos.

Así era Kiki, como cariñosamente le apodaban, a las duras y a las maduras. Tampoco se escondió cuando su concejal de Cultura, Fermín Camacho, se quejó en una comisión de que habían destinado poco dinero a su área en los últimos presupuestos. El alcalde llegó a pedir su cabeza. Como la suya pedían desde dentro del PP. Pero Díaz Berbel, obstinado y tozudo, se mantuvo en sus trece. La mayoría absoluta que había alcanzado cuatro años antes, sus dos victorias consecutivas en las urnas y su popularidad le habían hecho fuerte en la plaza del Carmen y, aunque la dirección provincial le impuso la lista, siguió encabezando la candidatura popular en las elecciones municipales del 13 de junio de 1999.

En el PSOE, nuevo líder. El neurocirujano José Enrique Moratalla, secretario general del PSOE granadino desde 1996 y ganador en el verano de 1998 de las primarias socialistas frente a José Vida Soria y María Izquierdo. Moratalla había sido concejal de Hacienda con Jesús Quero (1991-1995) y después salió elegido diputado del Congreso en 1996.

Dos candidatos más optaban a obtener representación. Baltasar Garzón se presentaba a sus segundas elecciones por IU-LV. Y en el Partido Andalucista lo hacía un nuevo rostro que dejaría huella posteriormente en la plaza de Carmen: Jesús Valenzuela. Alcalde de Alquife entre 1989 y 1996 y delegado de Turismo de la Junta de Andalucía desde 1996 hasta 1999, en la capital era casi un desconocido, pero con una forma de hacer campaña diferente supo granjearse las simpatías de muchos granadinos y reflotó al Partido Andalucista hasta darle representación (y carteras) en el Ayuntamiento.

La campaña de junio de 1999 estuvo marcada por las continuas críticas a la gestión de Díaz Berbel –como no podía ser de otra forma–, por la coincidencia con la Feria del Corpus, y por la presencia de numerosos rostros de la política nacional para apoyar a los candidatos de los partidos mayoritarios. A Díaz Berbel vino a apoyarle ni más ni menos que la mujer del jefe, Ana Botella, que entonces moraba en la Moncloa junto a José María Aznar. El vicepresidente Álvarez Cascos y el ministro Manuel Pimentel también se dejaron caer por Granada. A Moratalla vinieron a darle un empujón electoral Manuel Chaves, entonces todopoderoso presidente de la Junta de Andalucía, y Felipe González, ya en retirada tras ceder la presidencia del Gobierno a Aznar pero aún con un tirón mediático y popular muy potente.

En cuanto a propuestas, la más llamativa la aportó el propio Moratalla, que lanzó la idea de celebrar unos Juegos Olímpicos de Invierno en Granada en 2010, un proyecto que tendría recorrido años más tarde. El urbanismo, con un PGOU de 1985 ya agotado, fue uno de los pilares que abanderaron todos los candidatos, con la promesa de creación de una gerencia dedicada a ello. Berbel apostaba por eximir de impuestos a las personas en situación económica extrema y por reducir el IAE a los comercios afectados por obras. También prometía empleo en grandes cantidades y parkings subterráneos por media ciudad (en Gran Vía, en el Paseo del Salón, en la Glorieta de Arabial, en el Zaidín y en Plaza de Gracia).

Garzón quería transporte gratuito para los parados y mayores, remunicipalizar Emasagra y el transporte público –algo que todavía hoy promete IU–, y crear un premio literario, en lo que coincidía con el PP. Casualidad, hoy día tenemos el Premio Lorca de Poesía. Y es que no todas las ideas acaban durmiendo el sueño de los justos.

Ganó Díaz Berbel sus terceras elecciones. Pero la llave la tuvo el andalucista Valenzuela, que formó un tripartito histórico con PSOE e IU-LV y se convirtió en el 'superconcejal' del mandato al acaparar las áreas de Deportes, Turismo y Cultura. Actualmente, los pactos de gobierno a tres bandas son más comunes, pero en pleno auge del bipartidismo en España, aquel acuerdo se miró con cierto recelo, sobre todo a ojos del partido que perdió la alcaldía. Con ese gobierno y con Díaz Berbel 'retirado' al Senado, Granada dobló el milenio y llegó al año 2.000 sin que el mundo llegase a su fin. Aún hoy nadie ha superado la cifra de 73.936 votos que obtuvo en 1995 el alcalde más votado de la democracia. Díaz Berbel falleció en 2011 y Jesús Valenzuela, en 2019. Moratalla y Garzón viven alejados de la política.

El día que los votantes se fueron a la playa

Las elecciones del 13 de junio de 1999 depararon una nueva victoria del PP, la tercera consecutiva de Gabriel Díaz Berbel, aunque en esta ocasión insuficiente para gobernar. De 1995 a 1999 el entonces alcalde se dejó casi 16.500 votos en el camino (de 73.936 a 57.422). Su principal rival, José Moratalla logró recuperar 7.500 para el PSOE (de 40.483 a 47.931). IU-LV también se desangró y perdió casi 12.500 sufragios (y dos concejales). El Partido Andalucista, con Jesús Valenzuela, fue la otra gran sorpresa, al cuadruplicar los apoyos y pasar de 1.695 a 6.590, lo que le dio un acta. Los 13 concejales del PSOE más los dos de IU y el de Valenzuela sumaron mayoría frente a los 14 del PP. Díaz Berbel achacó su descenso a que muchos granadinos se fueron aquel día a la playa y no votaron. Lo cierto es que lo hicieron 14.000 personas menos.

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