Paco Cuenca: «La pulsión nacional y regional ha ganado el debate de Granada»

La labor realizada estos últimos 18 meses por Paco Cuenca al frente del Ayuntamiento parece haber sostenido al partido, que en Granada no ha sufrido la debacle padecida en otras grandes capitales del país. Sin el apoyo de grandes dirigentes nacionales o autonómicos, que pasaron durante la campaña por los municipios del Área Metropolitana pero no por la capital nazarí, el dirigente ha perdido el bastón de mando, pero continuando la singular racha que hace que, desde 2011, jamás haya conseguido menos ediles que en los comicios anteriores.

«Es una noche triste», reconocía Cuenca pasadas las once de la noche, cuando compareció para valorar la situación. El responsable aprovechó primero para agradecer a su equipo y sus simpatizanes por «su compromiso con Granada no solo en esta campaña, sino permanente y serio durante todos los días». «Hemos podido llegar a todos los rincones para trasladar ilusión y esperanza y un modelo de ciudad que vamos a seguir defendiendo», añadió.

Cuenca también tuvo palabras para los granadinos, a los que agradeció el apoyo. «Nos han dado su confianza, nos han marcado el camino y hoy en concreto nos han trasladado apoyo en manera de votos», señalaba antes de reconocer que había felicitado también a Marifrán Carazo por «una victoria clara». Sobre la conversación con la popular, confesaba que le había trasladado que su equipo «se pone ahora a seguir remando por el presente y el futuro de Granada».

Fue después cuando Cuenca hizo una lectura de unos donde «la pulsión regional y nacional han ganado al debate de Granada, a los intereses de la ciudad». «Hemos luchado, hemos defendido y hemos hablado solo de temas locales. El ruido en otros ámbitos han tapado nuestro empeño, el presente y el futuro de Granada. Hemos luchado también contra una obvia ola de crecimiento del PP. Ese ruido ha tapado los canales con los que queríamos llegar», aseguró.

El dirigente también explicitó otro de los factores que, a su juicio, ha tenido peso: los votos a Granada Unida y Podemos-Av que no se han convertido en actas de concejales. «La división ha hecho que la decisión de 8000 granadinos no tenga ningun valor y eso obliga a mirar hacia la izquierda y pedirle que reflexionen seriamente por la influencia negativa.», señaló.

Cuenca, muy ovacionado por los suyos, se despidió marcando el rumbo futuro de la formación. «Vamos a hacer lo mismo que este tiempo: velar, defender y que no desmantelen Granada ni lo que hemos producido y generado. Así que, siendo un día difícil, traslado el orgullo que sentimos este grupo de hombres y mujeres a simpatizantes que han creído y confiado en nuestra forma de hacer. Nos sentimos en una situación triste y compleja, por eso seguiremos velando por Granada. Estamos orgullosos», dijo.

Los rostros de tensión y tristeza del final de la noche contrastaba con los que había al comienzo de la tarde. Pasaban unos pocos minutos de las ocho de la tarde cuando Paco Cuenca, el candidato socialista a la alcaldía de Granada, llegaba al Hotel Abades Nevada Palace. Ese era curiosamente el lugar escogido por el PSOE de la capital para seguir la noche electoral, el mismo en el que la candidata del Partido Popular, Marifrán Carazo, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, cerraban la campaña el viernes pasado.

El dirigente entró escoltado por familiares y algunos de los miembros de la candidatura, compañeros como Ana Muñoz, la número dos, Jacobo Calvo, el número tres, o Juanjo Ibáñez, el número once, que quisieron acompañarle en una noche tensa ya desde el momento en que se cerraban los colegios electorales, cuando los sondeos a pie de urna apuntaban a un cambio de ciclo en la plaza del Carmen. Los datos de la encuesta se recibieron con frialdad en la sala de prensa y aún más en la pequeña sala anexa donde estaban los miembros de la candidatura.

Con los primeros datos oficiales del recuento, empezó a animarse el escenario. Entonces, con el 20%, se visualizaba una victoria de los socialistas, que obtenía 13 ediles, con los populares a poca distancia con doce. Fue un espejismo. Superado el 40%, los populares empezaron a ganar ventaja y la tension fue in crescendo. Las caras de los apoderados reflejaban la dificultad del momento. Las urnas cantaban ya la victoria del PP. Se podía ver en ese momento a históricos socialistas de la capital como Chema Rueda, pero también a baluartes de la candidatura de Paco Cuenca como Raquel Ruz o Francisco Herrera.

Pasadas las once de la noche se perdió el concejal número once por unpuñado de votos. Se confirmaba así el agridulce resultado de los socialistas de Granada.