Santa Fe se tiñe de 'azul' tras la primera capitulación del PSOE en la historia de la democracia

Hoy, un par de días después, aún se conmueve al pensar en su resultado histórico. Los socialistas nunca habían perdido la alcaldía ni contra el PP ni contra nadie. No solo eso: jamás ningún partido había sacado más votos que ellos. De once convocatorias que se celebraron entre 1979 y 2019 habían ganado en todas y, en siete, alcanzaron la mayoría absoluta. Un dominio aplastante que se ha visto bruscamente interrumpido en 2023 abriéndose un nuevo ciclo en la política santaferina.

Al Partido Popular lo votó el 43,40% de los electores, lo que le ha valido para alcanzar ocho concejales, a uno de la mayoría absoluta. Mientras la formación 'azul' suma tres asientos más, el PSOE se queda con los siete que tenía, que no le valdrán para sumar con IU, que pierde un representante. Cobo tendrá la opción de pactar gobierno con Vox, que también ha entrado en el plenario, o de regir el Ayuntamiento en minoría.

La inercia política de décadas se ha roto y las causas varían según quien hable. En su ecosistema ideológico, mientras unos lo achacan a un viraje del PSOE hacia la derecha en los últimos años, otros creen que todo se resume en que no es bueno hacer experimentos a las puertas de unas elecciones, haciendo referencia a la renuncia en enero del que había sido alcalde durante los últimos ocho años: Manuel Gil. Su sucesora en el cargo y candidata socialista, Patricia Carrasco, niega que esto haya pasado. Y enmarca la derrota en la «ola» popular que ha generado el debate nacional y en la transferencia al PP del voto 'naranja'. Pese a todo, Carrasco reivindica el trabajo hecho durante los últimos cuatro años, que han sido duros por la pandemia o el enjambre sísmico, que allí afectó más que en ningún otro lugar.

Además, la alcaldesa saliente defiende que los resultados, pese a todo, no son tan malos: «Recuperamos votos respecto a las autonómicas, donde ya se veía que cambiaba el ciclo, y además hemos mantenido la cifra de concejales», señala ella, que lamenta que IU, su potencial socio, perdiera un edil cerrándole así la puerta definitivamente a la alcaldía. Nabil Finsi fue el candidato de IU y será edil en el próximo mandato. Se defiende acusando al PSOE de jugar a quitarle votos a la derecha, en lugar de hacer políticas de izquierdas. Para él, esta ha sido una de las claves de la derrota.

Juan Cobo tiene otros argumentos. Opina que su victoria se sustenta en varios pilares fundamentales. El primero es la «inacción» de un PSOE que llevaba años instalado en su «zona de confort». Y a esto le suma el «hartazgo» de la gente tras 44 años de socialismo y el buen cartel que él tiene en el pueblo, a su juicio, tras su gestión en AVRA. Sea verdad o no, lo cierto es que su sueño se ha cumplido. Los vecinos de su pueblo le han dado lo que les pidió: una oportunidad.

«En todos estos años se ha visto que el problema no era el PP, que prevalecía un sentimiento de voto sentimental al PSOE que ha sido muy difícil de romper. Por lo que yo lo que quería era que nos dieran una oportunidad y que luego nos juzgaran…», cuenta Cobo, que dice que lo que le toca ahora es convencer «con hechos» y «sin humo». Promete dedicarse a resolver problemas en esta nueva etapa. Mientras, Patricia Carrasco tendrá que liderar a un PSOE desnaturalizado en la oposición. Dice que lo hará «con altura de miras» y se pone a disposición del nuevo equipo de gobierno para trabajar por Santa Fe.

Cobo le coge el guante: «Voy a tener la mano tendida» y ya tiene claro cuál será su primera tarea, elaborar un presupuesto para que el Ayuntamiento santaferino pueda emprender un nuevo viaje sin plomo en las alas.