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María y su pequeña, en el parque de juegos infantiles del Paseo del Salón. Ramón L. Pérez
El voto conciliador se abre camino en el Paseo del Salón

Elecciones municipales en Granada

El voto conciliador se abre camino en el Paseo del Salón

Los papás y las mamás entienden que la conciliación está fuera de la campaña pero saben que es un tema urgente, de primera necesidad. Por eso piden becas, plazas en las guarderías y una mejora radical de los horarios de trabajo

Jueves, 18 de mayo 2023, 00:16

La paz de los niños es la bendición de los gritos, las ideas sincopadas, las preguntas de imposible respuesta y las meriendas de pulevines y bocadillos trasegados con agua fresca de las fuentes, en este caso, del Paseo del Salón. Bajo la sombra del ampuloso arbolado papás en pantalonetas tocados con gorras de visera y camisetas de sport comparten banco de piedra con mamás, abuelos, abuelas y –a un lado–, toda la parafernalia de carros de bebés con las bolsas llenas de bibes y pañales.

«Ahora, lo que hacemos es juntar días para poder estar juntos, y no es la solución ideal. La familia es la familia»

También hay bicis de mayores, bicis de peques y patinetes de todos los modelos y colores. Las tardes de columpios son muy de este siglo XXI a la vera del Genil y de igual modo, el voto conciliador se abre su propio camino entre columpios, toboganes y balancines. En estos parques infantiles la conciliación es un tema más que recurrente. Los papás y las mamás entienden que la conciliación está fuera de la campaña pero saben que es un tema urgente, de primera necesidad. Por eso piden becas, plazas en las guarderías y una mejora radical de los horarios de trabajo.

A pie de gomaespuma colorada y columpios de colores, las acciones municipales y la presencia del debate de la conciliación en la campaña es más que insuficiente. Lo explica por ejemplo Juanma Expósito, un policía local de 34 años que trabaja fuera de Granada y que pasea con su mujer y su bebé, Hugo, de 9,5 meses.

«La verdad es que se me hace durillo. Trabajo fuera de Granada y la conciliación es complicadísima. Por eso hay que dar caña para que podamos ver a los nuestros. Ahora, lo que hacemos es juntar días para poder estar con la familia, y no es la solución ideal». Por eso, entiende que lo más importante es la familia, y hay que ayudarlas». «La familia es la familia», sentencia.

David y Juanma reivindican políticas de conciliación. Ramón L. Pérez
Imagen principal - David y Juanma reivindican políticas de conciliación.
Imagen secundaria 1 - David y Juanma reivindican políticas de conciliación.
Imagen secundaria 2 - David y Juanma reivindican políticas de conciliación.

Las volteretas y la política

María está jugando en el parque del Salón con su hija, que la trae de cabeza, literal, porque no para de pedirle volteretas, de igual forma que la conciliación le lleva por la calle de la amargura. Trabaja en una ONGy pertenece a la asociación de la escuela infantil Duende, y es muy reivindicativa.

Explica la situación. «El otro día hablábamos aquí en el parque un grupito de mamás y coincidimos que estamos con pocas esperanzas respecto a la campaña y la conciliación. Tenemos poca confianza en los partidos. La conciliación en mi día a día no es fácil. En general, no existe una política de conciliación y tampoco atiende a la diversidad de familias que existen».

Al nuevo Ayuntamiento le pide que apoye al proyecto de las escuelas infantiles municipales. «Es un referente a nivel estatal que tiene que mantenerse. Es una demanda de las familias y de la sociedad granadina». «Las instituciones tienen que coeducar con nosotros, los padres y madres, a nuestros hijos», razona. Pide también más plazas para el tramo de 0 a 3 años, «y que se amplíen los horarios». De igual forma, piensa en el futuro. «Tiene que haber caminos escolares seguros y que trabajen para frenar la contaminación para crear espacios escolares saludables».

David es médico de AtenciónPrimaria y tiene dos pequeñas. Coincide con su vecina de parque. Sabe que la conciliación familia res complicada. «Las guarderías son fundamentales. Es el bastión fundamental para empezar la conciliación». Pero reconoce que hay también un problema económico, «porque son caras». Destaca asimismo el problema de los horarios. «Hay que hacer carambolas si papá y mamá trabajan porque los horarios coinciden, los de entrada y salida en los trabajos con los de los colegios». Respecto a la campaña, señala que no se oye hablar de la conciliación o de la ayuda a las familias. «Así que espero que ahora nos escuchen».

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