Susana Díaz: 'to be or nor to be'

Ello es síntoma de dos cosas: que el PSOE ha puesto su barca electoral a toda vela y que Díaz, sin las ocupaciones de antes, quiere seguir sacándose la «espinita» de la pérdida del Gobierno andaluz. Y en ello está, aunque nada sea comparable al batacazo de diciembre. Ya en las generales de abril los socialistas ganaron en Andalucía duplicando en votos al PP, pero entonces el candidato era el 'amigo' Pedro Sánchez. Ahora en las municipales ganarán, o no, el partido local, provincial y regional, y la espinita que querrá sacarse será la interna. El mismo día 3 de diciembre Ferraz ya le movió la silla y en enero retó a Sánchez a forzar su dimisión y crear una crisis en Andalucía a las puertas de nuevas elecciones. «Vine al PSOE de la mano de los militantes y me iré de la mano de ellos», sentenció.

Y si Díaz está como el robot hamletiano del Parque de las Ciencias granadino, entre el seguir siendo y el no ser (políticamente hablando), el PSOE jienense está hecho un brazo de mar con el viento a favor que viene de Madrid. Toda una vicepresidenta del Gobierno ha recorrido entre ayer y anteayer Linares, Úbeda, Martos y Expoliva. Paco Reyes no saben a quién acudir. ¿A quién quieres más, a Carmen o a Susana? Menudo dilema, otro, porque juntarlas va a ser que no.

La campaña socialista resulta mayor por contraste con cierta orfandad que se respira alrededor del PP provincial. El partido en Sevilla y Madrid parece más dedicado a consolidar liderazgos que a lanzar salvavidas. Vino Juanma Moreno a Expoliva y Andújar, pero poco más hasta la fecha. Los dirigentes provinciales lo intentan, pero el partido está descosido, deshilachado, desnutrido y hasta deprimido. Eso no quiere decir que sus resultados vayan a ser necesariamente malos, ya que el abordaje de la nave 'popular' a babor y estribor no ha logrado suficiente implantación provincial. Vox solo se presenta en 12 municipios y Ciudadanos, en 33, en algunos gracias a la división del PP en 2017. Es verdad que Cs y Vox han crecido y que con el tiempo se extenderán, o no, pero de momento el PP se resarcirá el domingo que viene del bajón de las pasadas generales.

En la capital estarán todos en dura competencia y será un termómetro de por dónde pueden navegar las divisiones a izquierda y derecha en un futuro. Y eso que el Ayuntamiento de Jaén es el más endeudado de las capitales (todo un consuelo para el que no gobierne). A 3.758 euros que tocamos por cabeza. Vamos, para salir corriendo. Pero algo tendrá el agua cuando la bendicen.