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Jueves, 15 de mayo 2014, 13:43
Grace de Mónaco, que ha soliviantado a la familia real del Principado, fue el esperado título elegido para abrir a lo grande la 67ª edición del Festival de Cannes. Sin embargo sobró glamour y faltaron aplausos para la deslumbrante Nicole Kidman. La polémica rodeó a la producción desde sus inicios y tras su estreno y su templada acogida esta sigue en auge.
Grace de Mónaco no convenció a la crítica. Su regular recibimiento ha sido muy comentado en la prensa tras las altas expectativas creadas sobre la historia a la que desde un primer momento se opuso la familia Grimaldi por estar basada en referencias históricas erróneas y literarias dudosas.
La interpretación de Nicole Kidman se ha salvado, pero no lo ha hecho cineasta Olivier Dahan, que no ha logrado repetir el éxito del biopic sobre Edith Piaf. Un guión edulcorado, una historia mal construida, estética rebuscada o pretenciosa son algunos de los calificativos que ha recibido.
Grace de Mónaco comienza en el rodaje de la última película de la princesa para trasladarse después a los años 60, ya casada y madre de Carolina y Alberto. El retrato que se ha hace es de una figura clave en el entramado político de los Grimaldi, una actriz que renunció a su carrera en el cine y rechazó al propio Hichcock, por su papel como esposa de Rainiero.
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