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Lunes, 8 de diciembre 2014, 13:09
Fue una manifestación que sin duda alguna puso el dedo en la llaga en torno a lo que sucede con las pieles de los animales hoy en día en nuestro país y en el resto del mundo también. El pasado domingo en Barcelona tuvo lugar una peculiar manifestación protagonizada por 140 activistas que se quitaron la ropa por completo para protestar por el usu de pieles animales en España. Reclaman que 60 millones de animales mueren cada año en nuestro país para la industria de la moda.
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En la mañana de domingo en Barcelona un centenar de personas han salido desnudas a la calle para protestar por el uso de las pieles de animales para la confección de las prendas de vestir. La protesta se ha centrado en la Plaza del Rey de Barcelona, donde los manifestantes han estado varias horas tirados en el suelo.
La organización AnimaNaturalis International ha convocado a un centenar de personas para tumbarse, completamente desnudos, en la escalinata de la céntrica Plaza del Rey.
Al tiempo que dichas personas permanecían completamente desnudas y tumbadas, otro grupo de activistas las han rociado con sangre artificial por encima de todo el cuerpo.
Al parecer, este gesto simboliza el sufrimiento que, a su juicio, tienen que pasar todos aquellos animales cuyas pieles son empleadas en la actualidad para confeccionar prendas de abrigo lujosas.
En esta "performance" animalista contra la industria peletera han participado modelos famosas de la talla de Judit Benavente y Bastet Davinia, quienes iban vestidas únicamente con un abrigo de piel.
En un gesto también simbólico, las modelos han colocado sendos abrigos sobre la montaña de cuerpos desnudos ensangrentados, protestando del mismo modo contra el sufrimiento animal.
Una vez acaparada la atención del público, los promotores del acto han aprovechado para reivindicar que, cada año, más de 60 millones de animales son sacrificados para comercial con su piel.
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De esta forma, AnimaNaturalis denuncia lo siguiente: "Los animales utilizados por la industria peletera viven toda su miserable vida encerrados en pequeñas jaulas hasta que son gaseados o electrocutados vía bucal o anal para después pasar a ser desollados".
Del mismo modo, la organización sin ánimo de lucro ha explicado que "muchos de los animales todavía están conscientes cuando se les arranca la piel y mueren lentamente desangrados".
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