Revolución entre los clientes del exrepresentante de Belén Esteban

Toño Sanchís llevó a lo más alto a Belén Esteban. O viceversa. En 2009, solo por la exclusiva de la operación de nariz de la tertuliana, Lecturas le pagó 70.000 euros, de los que el 20% se los embolsó su hombre de confianza. En Telecinco cuentan que al representante se le ve más por los despachos de la cadena, en los que negocia el caché de sus clientes, que a los propios artistas. La cantera de Sanchís daría para un programa propio: Kiko Matamoros, Boris Izaguirre, Rosa Benito, Ylenia, Ángela Portero, Rappel, Maricielo Pajares... Pero al que también fuera mánager de Olvido Hormigos y el cotizado Jorge Javier Vázquez no paran de crecerle los enanos. Si no tenía bastante con la guerra que le ha declarado la Esteban (le acusa de haberla estafado un millón de euros), el resto de sus representados han salido a la palestra.

El primero ha sido Fortu, cantante de Obús y concursante de realities. «No me he llevado ninguna sorpresa. Me esperaba que pudiera hacer cosas de este tipo. Cuando salí de Supervivientes ya vi cosas raras. Todavía no he podido hablar con él, pero mi decisión está tomada, voy a dejar su oficina». Y añadía: «Si a Belén Esteban, su protegida, con quien lleva tantos años y a quien considera su hermana, le ha hecho esto, imagínate lo que nos puede estar haciendo a los demás».

Menos radical se ha mostrado la presentadora de Sálvame, Terelu Campos. «Tengo una conversación pendiente con él para que me explique. No me podía imaginar lo que ha ocurrido. Solo puedo decir que a día de hoy sigue siendo mi representante». El torero Miguel Abellán le defiende a capa y espada: «Nunca he tenido un problema con él y mi confianza sigue intacta». Al igual que el colaborador habitual de Ana Rosa Quintana, Juan Carlos Delgado El Pera, que califica de «diez» la labor del agente y lanza una pullita a Belén: «Tal vez se tenía que haber acordado de cuando estuvo tan mal y él le salvó la vida». También ha hablado la madre de la de San Blas, que reconoce que le advirtió a su hija de que Sanchís no era de fiar. Este denunció ayer el «atropello y linchamiento» al que, a su juicio, se está viendo sometido.

Lo niega todo y dice que no quiere entrar a hablar de la que ha sido su mejor clienta. «Es un asunto entre Belén y yo».