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IDEAL GENTE
Domingo, 10 de julio 2016, 11:34
Puede sonar a broma pero no lo es. Alex Ross ha publicado en The New Yorker un artículo titulado The Sound of Hate (El sonido del odio) en el que habla de la utilización de la música como herramienta de tortura por parte del Gobierno de Estados Unidos.
Entre otras cosas, Ross desvela cómo este tipo de tortura fue utilizado contra los prisioneros acusados de los atentados del 11-S en la cárcel de Guantánamo. Da a conocer la figura de Mohammed al- Qahtani, preso era obligado a mantenerse despierto durante largas horas.
Y no sólo eso: además le ponían la música de Christina Aguilera. Según informa el portal Mi Brújula, el recluso, que intentó entrar en Estados Unidos para participar en el ataque terrorista, estaba obligado a escuchar la música hasta decir la verdad.
El artículo de The New Yorker explica que el sonido es utilizado como herramienta de tortura porque uno puede cerrar los ojos para no ver algo, pero no puede cerrar los oídos.
El hecho de que Christina Aguilera hubiera sido escogida se 'justficaba' en que creían que esta cantante podía ofender a los detenidos islámicos. Sin embargo, también se les ponía heavy metal y rap, con mensajes de intimidación y destrucción. Las personas reaccionan con una repulsión particular a la música que no es de su gusto, sentencia Ross a este respecto.
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