"Al poner a salvo a su bebé, la madre se desplomó"

"El rescate fueron dos horas, pero se nos hicieron eternas. Aceleramos para salvarles la vida, queríamos llegar cuanto antes".

En el barco 'Cabo de Gata' del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, viajaban sólo tres agentes porque la noche había sido muy complicada.

Pero esos tres hombres fueron suficientes para cargar, en brazos, a las 34 personas que quedaban en la patera cuando ellos la localizaron.

El patrón de la embarcación, Antonio, explica que llegaron de noche y al acercarse con el foco vieron que estaban desesperados.

"No podíamos tranquilizarlos, se iban todos para la misma banda y nos temimos que volcara el barco". Afortunadamente pudieron acercarse antes de que eso ocurriera.

"Normalmente les ofrecemos la mano y ellos nos ayudan. Pero estos no podían, estaban completamente desfallecidos".

El patrón relata cómo vieron, tendidas en el suelo, a varias mujeres, a las que dieron prioridad.

"Todos se agolpaban por subir cuanto antes y vimos a la madre, con su bebé en brazos, abriéndose paso de rodillas entre los demás".

La historia de esa madre y su hijo conmovió a los tres agentes de la Guardia Civil que viajaban en el barco de rescate.

"Parecía que tenía fuerza cuando la subimos. Pero al poner a su bebé a salvo, la madre se desplomó, se abandonó a su suerte".