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IMAGEN. Paul Newman observa uno de sus tarros de salsa, hace 25 años. / AFP
Paul Newman, en su salsa
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Paul Newman, en su salsa

La muerte del actor plantea un futuro incierto sobre los aliños que llevan su nombre, cuyos beneficios se destinan a obras de caridad

PAULA GIL

Miércoles, 1 de octubre 2008, 04:21

ENTRE rodaje y rodaje, Paul Newman se dedicaba a inventar salsas. Lo hacía en el granero de su casa de campo. Lo que empezó como una broma entre el actor y su amigo A. E. Hotchner, que 'colocaron' los primeros frascos en pequeños comercios de Connecticut, desembocó en un boyante y fructífero negocio. Newman Own's, la marca de alimentación que comercializa sus salsas y condimentos, compite en el mercado estadounidense con Campbell y compañía.

Pero lo que hace distinta a la marca del actor es que todos sus beneficios se destinan a obras de caridad. Se estima que la firma ha distribuido cerca de 200 millones de euros en diferentes proyectos benéficos desde su fundación, en 1980.

Si algo tenía claro el guapo de los ojos azules es que no iba a utilizar el prestigio de su nombre para ganar dinero con la comida. Por eso decidió que todo el beneficio que dieran sus tarros de salsa para pastas y ensaladas (que se encuentran entre los productos más populares de EE UU) iría destinado a colaborar con los más desfavorecidos. Entre sus destinatarios destacan los campamentos de verano Hole in the Wall (Un agujero en el muro), creados por el propio Newman en 1988 para proporcionar vacaciones gratis a niños con enfermedades terminales.

Ahora, Newman Own's tendrá que luchar por sobrevivir sin la guía de su carismático fundador. «Echaremos de menos a Paul, pero honraremos su visión del bien común mediante la administración de su compañía, que perpetuará su legado filantrópico. Él no lo habría querido de otra forma», dijo un portavoz.

Newman pasó los últimos años preparando el futuro de la compañía, mientras luchaba contra un cáncer de pulmón. Robert Forrester, vicepresidente de la fundación Newman's Own, señaló que el actor había dejado indicado que los beneficios del potente grupo alimentario deben seguir dedicándose a causas humanitarias.

Incertidumbre

Sin embargo, algunos expertos temen por el futuro de la compañía tras la muerte de Newman, pues todo en ella estaba fuertemente ligado a la imagen del protagonista de 'Dos hombres y un destino'. Su cara, con los brillantes ojos azules, decora todos los frascos. Él mismo escribía a veces los textos del etiquetado. El actor ya no estaba implicado en la gestión de la compañía y se centraba en las labores filantrópicas, pero seguía de cerca sus actividades.

La firma está íntimamente relacionada con la familia Newman: dos de las hijas de Paul gestionan la fundación Newman's Own y la filial de productos biológicos del grupo. Hasta su esposa, la actriz Joanne Woodward, contribuyó con el diseño de las etiquetas. Es sabido que para Paul Newman esta empresa era una gran pasión, aún más absorbente que su carrera como actor.

Dicen que le gustaban tanto sus salsas que, en una ocasión, se fue al servicio de un prestigioso restaurante de Nueva York, cargado con el bol de la ensalada que había pedido, para lavarla y poder aderezarla con su propio aliño. La firma, además de salsas, produce cereales y limonadas y está intentando expandir su oferta para llegar a los consumidores más jóvenes.

Nell Newman, hija del actor y responsable de la filial de comida biológica del grupo, dijo que la compañía está intentado embarcar a la siguiente generación de la familia en el proyecto y que espera que alguno de los nietos de la leyenda del cine se interese por la gestión de la marca. «Les encanta, pero es difícil hacer funcionar las cosas en un negocio familiar», reconoció.

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