Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
INÉS GALLASTEGUI
Domingo, 12 de octubre 2008, 04:43
SI no hubiera sido mujer, a lo mejor habría sido considerada un genio de la Generación del 27...», aventura la ginecóloga e historiadora Enriqueta Barranco. Agustina González López era escritora, pintora y política. Y un personaje muy peculiar en la Granada de los años veinte y treinta: Francisco Ayala la recuerda vestida de húsar y ofreciendo en el escaparate de su zapatería de la calle Mesones sus «opúsculos» repletos de ideas extravagantes. Pero Agustina era mujer y fue fusilada en los primeros días de octubre de 1936. Así que de ella sólo quedan algunos libros y un recuerdo borroso. Barranco se topó con ella cuando investigaba, junto al profesor de Historia de la Medicina Fernando Girón, para escribir la biografía del político y rector Alejandro Otero, editada por CajaGranada el año pasado. Descubrió que Otero era uno de los personajes ilustres que avalaban la candidatura de esta mujer insólita, fundadora del Partido Entero-Humanista, en las elecciones de 1933. Sacó 15 votos. «'¿Mira, ahí va la Zapatera!', se decía, y mis ojos se asombraban viendo a una mujer corpulenta, con moño castaño bajo aparatosos sombreros, y acaso una capa celeste de húsar hasta los pies -cuenta Ayala en sus 'Relatos granadinos'-. La Zapatera era una figura extravagante, probablemente una chiflada. Callejeaba mucho, entraba '¿y sola!' en los cafés y restaurantes y escribía cosas absurdas que hacía imprimir y ponía luego a la venta en el escaparate de su zapatería». «La Zapatera era una mujer independiente, independiente también en cuanto a sus medios económicos, y la desaprobación social, apenas refrenada, tenía que desahogarse mediante burlas más o menos sangrientas -continúa el relato-. Tengo entendido (...) que en 1936, durante los primeros días de la sublevación, cuyos horrores hallaron escenario privilegiado en Granada, fusilaron a la Zapatera (...)». Julio Belza confirma en su libro 'Los granos de la granada' la ejecución de Agustina González junto a otras dos mujeres. En la ciudad circularon rumores de que la habían matado «por puta» o «por lesbiana». Loca no, libre Barranco y Girón -representantes de la Universidad en la Comisión de la Memoria Histórica- creen que nació entre 1883 y 1886, tenía medios económicos y viajó por España e Italia. Escribió varios libros, entre ellos 'Idearium futurismo' (1916) y 'Justificación'. Se declaraba feminista y católica. Le interesaban cuestiones como «por qué hay hombres afeminados y mujeres masculinizadas». En una de sus obras explicaba por qué decidió vestirse de varón y por qué en ocasiones prefería parecer una loca: porque la libertad no estaba permitida a las mujeres. Para tratar su «histeria», respetables médicos de la época le recetaron «friegas y reposo». Saben también que sus dibujos y grabados los firmaba como 'Amelia'. Que una vez estuvo enamorada de un hombre que no le correspondió. Poco más. El resto es silencio. Y olvido. igallastegui@ideal.es
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El enigma de las plantas de tequila en la 'Catedral del vino' de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.