Los agricultores José Antonio Bustos, Joaquín Cabrera, Miguel Morales y Jesús Esteban Ruiz. :: JAVIER MARTÍN
COSTA

Las víctimas del ‘peloteo’ de Rules

Cinco mil labradores de las cotas altas sufren las consecuencias de 8 años de mentiras sobre las tuberías

MERCEDES NAVARRETE

Lunes, 18 de noviembre 2013, 19:35

Engañados y defraudados por los políticos ya son términos que se les quedan cortos a los agricultores de Almuñécar que siguen sin poder utilizar el agua de la presa de Rules. Que se suben por las paredes, que se los llevan los demonios y que llegan a llorar de impotencia e indignación son expresiones que se asemejan más al sentimiento que invade a labradores como Miguel Morales Martín, que este año está pagando 1.600 euros al mes desde junio hasta noviembre porque sigue sin llover por regar su finca de seis hectáreas en el Río Jate. Es uno de los alrededor de cinco mil sufridores del peloteo de Junta y Gobierno con las conducciones de la presa de Rules. Los agricultores de las cotas más altas están asfixiados por los costes eléctricos que conlleva bombear el agua de los pozos hasta sus fincas mientras de las prometidas conducciones de la presa de Rules no hay ni rastro. Casi ocho años después de que Gobierno y Junta firmaran un convenio para su ejecución, no se ha hecho absolutamente nada.

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La presa de Rules, que costó 14.000 millones de pesetas, se acabó en 2003 y fue en 2006 cuando las administraciones central y autonómica firmaron el protocolo para ejecutar las conducciones, que se financiarían con 80 millones de euros de fondos europeos. Hace poco más de un mes, el actual subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, revelaba en Motril que en aquellos documentos firmados hace ya casi ocho años se recogían las conducciones para abastecimiento humano pero ni si quiera se hablaba de las tuberías para el agua de riego. Los agricultores han vivido todo este tiempo engañados. Primero fue la Junta la que se comprometió a construir las tuberías. Las llegó a incluir en sus presupuestos, año tras año y las comprometió hasta la saciedad en mítines, campañas electorales y numerosos actos en la Costa. Sin embargo, en diciembre del pasado año, la situación de las conducciones dio un giro cuando el entonces consejero de Medio Ambiente del Gobierno andaluz, Luis Planas, advertía en el Parlamento que es el Gobierno central el que tiene las competencias de las conducciones y el que tiene que financiarlas. Así, después de años reivindicando a la Junta, ahora los agricultores tenían que dirigirse al Gobierno central.

Condiciones

Tras unos meses de rifirrafe y peloteo, en el que las conducciones no las quería nadie, el Gobierno central ha acabado asumiendo que ejecutará las obras, pero las condiciona a firmar un convenio con la Junta de Andalucía y a que lleguen nuevos fondos europeos. Ante este panorama desalentador, los agricultores de las cotas más altas han creado la Asociación Agua para el campo de las cuencas de los ríos Verde, Seco y Jate que pretende mantener viva la reivindicación de las conducciones. Aunque pertenecen a la Comunidad general de regantes del Bajo Guadalfeo, que aglutina a toda la Costa Tropical, los regantes de Almuñécar sienten que ellos son los que tienen que luchar más por las tuberías porque son los que sufren la condena de tener que bombear el agua, con unos costes energéticos que hacen "insostenibles" sus explotaciones.

"Hay comunidades que pagan hasta 60 céntimos por metro cúbico de agua para subirla hasta la cota 300, eso es insoportable. Son unos costes para La Herradura y Almuñécar que nos impiden competir con Motril o Salobreña que tienen el agua barata", lamenta el portavoz de la Asociación, Joaquín Cabrera. Estos costes hasta cien euros a la semana para regar una finca de hectárea y media están abocando a las comunidades a la quiebra, por los impagos de algunos de sus agricultores. "Ya hay dos comunidades a los que Endesa les ha cortado el suministro por los impagos", advierte Cabrera, en referencia a la Comunidad General de Regantes del Barranco del Pino y la Comunidad General de Jóvenes Agricultores, con aproximadamente 200 socios cada una. Las dos han contratado con otras compañías pero no saben cuánto tiempo podrán aguantar.

Difícil

Especialmente duro ha sido este año por las altas temperaturas que han obligado a regar más meses de lo habitual las plantaciones de chirimoyos, mangos, aguacates o nísperos, que necesitan mucha agua. "Si no llueve, muchos tendrán que dejar las fincas. Este año está siendo catastrófico, solo han caído 19 litros desde septiembre y encima con pedrisco", añade preocupado otro agricultor, José Antonio Bustos. El presidente de los regantes de La Sandovala de Almuñécar, Jesús Esteban Ruiz, coincide en que las comunidades que tienen que elevar el agua por encima de los 250 metros "están agonizando". "Los únicos beneficios de las fincas son para las eléctricas, pero los agricultores siguen luchando y sufriendo para salvarlas. Nuestras fincas son como hijos, y seguimos por no verlas morir... No te digo que nos lo quitemos de comer, pero sí de salir y de otros sacrificios", añade Ruiz. Otro de los sufridores, Miguel Morales lo puede decir más alto, pero no más claro: "Tanto PSOE como PP nos han engañado. La Junta nos decía en 2011 que ya iban a empezar las expropiaciones para las obras, que estaba listo todo. Y ahora le pasa la pelota a los otros. Son unos chorizos todos, ponlo en mi boca con esas palabras. ¡Firmen el convenio ya y no nos engañen más!".

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