MELCHOR SAIZ-PARDO
Viernes, 17 de octubre 2014, 00:55
La Alhambra, principal monumento islámico de Europa, sufre un asedio. Dentro están unos terroristas con los rehenes que han tomado. Fuera está el ejército, la policía, un observador de los EE UU y el mundo entero, alarmado por la amenaza de que a este monumento, Patrimonio de la Humanidad, van a hacerlo saltar por los aires sus asaltantes. ¿De dónde son los terroristas y que relación hay entre esta difícil situación y los atentados del 11-S en Nueva York?», Esta es la inquietante historia que se cuenta en la novela Canción de Granada, de la escritora angloamericana Anne Sikking, cuya presentación no ha sido aceptada por la Alhambra y por el Parador de San Francisco, cuando ya se había reservado y pagado el acto de lanzamiento del libro en este establecimiento hotelero, al parecer por culpa de «su contenido».
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El director del Parador dice que hay gente que considera que la novela «da una visión nociva y perjudicial de Granada y la Alhambra, y que por lo tanto no va a permitir que su presentación pública se lleve a cabo en su establecimiento. Esta decisión fue tomada el mismo día en que se conoció la negativa por parte de la Alhambra de permitir que la novela pudiera ser vendida en ninguna de sus tres librerías», según el comunicado de prensa remitido desde Inglaterra por la editorial de la novela, perteneciente a Collage International.
Fuentes de la Alhambra desmienten rotundamente el veto y dicen que «no se puede presentar y vender en la Alhambra todo lo que se quiere. Hay muchas peticiones que son rechazadas porque solo se presentan las obras en las que participa de alguna forma el Patronato».
Con más de 400 páginas, la edición inglesa Song of Granada y la edición española Canción de Granada saldrán a la venta al final de esta semana. La presentación en la capital nazarí, tras la negativa de la Alhambra y el Parador, se celebrará en el hotel Santa Paula (lunes 20 de octubre, 19.30 h.). Asistirá la autora de la polémica novela, Anne Sikking, una escritora afincada desde hace tiempo en el Reino Unido. Anne es una mestiza americana descendiente de indios nativos con ancestros holandeses, irlandeses, escoceses y alemanes. «Anne tiene pasaporte americano, educación británica y probablemente corazón español», cuenta su biografía. «Por supuesto afirma Anne que ha sido decepcionante darme cuenta de que la novela Canción de Granada está siendo excluida por algunas personas que han admitido no haberla leído. Entre otras cosas es una obra de ficción. Como escritora de una obra de ficción que va ser publicada en la España moderna del siglo XXI, este tipo de censura ha supuesto toda una sorpresa para mí». La obra ha sido vertida al castellano por dos traductoras granadinas, Pepa Santamaría y Cristina Fernández-Fígares Suso.
Libertad de expresión
La novela está produciendo ya en Granada un debate inicial entre los que piensan que la libertad de expresión está por encima de todo y los que, sin dudarlo, argumentan que una institución pública o una empresa privada tienen derecho a no promocionar una publicación que creen perjudicial para sus intereses, que en este caso serían la seguridad de la fortaleza y palacios de la Alhambra. Según parece, la actual amenaza yihadista sobre al Andalus aconsejan mantener la máxima prudencia y opacidad sobre esta temática. La polémica, pues, está servida. El lector de Canción de Granada podrá formar su propia opinión si llega a leer esta novela. Es, como dice su autora, una obra de ficción, que considera de una imaginación enloquecida y potente en su planteamiento: «Decían que ETA había tomado la Alhambra, expulsando a todos los turistas y al personal. Poco después, hubo una explosión espectacular que arrasó la zona entre la Puerta de la Justicia y la Puerta del Vino cercanas a los Jardines del Partal», relata la novela; y en otro lugar indica: «Los esfuerzos del Ejército hasta ahora... aparte del reconocimiento, se han centrado principalmente en retirar a los ciudadanos de las proximidades inmediatas. Nuestra intención es evacuar la ciudad por completo ya que si la Alhambra estalla, lo último que queremos es que haya más heridos de los necesarios. De todos modos... los ciudadanos solo estorban.» Otro trozo: «La van a destruir piedra a piedra. Es lo que he oído... Lo escuché en las noticias. Dicen que es solo cuestión de tiempo. Dicen que tienen rehenes, que están quemando todo poco a poco y que lo que quede lo van a volar por los aires...». «Las columnas arrancadas de los palacios nazaríes y erigidas delante del Palacio de Carlos V habían sufrido algunos destrozos al ser cortadas y arrastradas hasta allí... Tocó la yesería con sus dedos y vio las marcas de la sierras y de las hachas que habían usado para arrancar las columnas el suelo de mármol, y movió la cabeza».
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Cine de catástrofes
Esta destrucción imaginaria de la Alhambra en la ya controvertida novela Canción de Granada tiene mucho en común con el denominado cine de catástrofes. En este contexto, la obra de Anne Sikking no tendría mucho de particular, independientemente del juicio literario y global que se haga de una novela narrada con un ritmo que recuerda a las creaciones de Dan Brown, que tanto éxito editorial viene teniendo.
De otro lado, la Alhambra no es la primera vez que es destruida en la ficción. Concretamente Carlos Sisi en su trilogía de Los Caminantes describe una terrible batalla entre zombis y humanos en la que resulta arrasado el monumento.
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