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Juan Ramón Olmos
Lunes, 8 de junio 2015, 00:19
¿Recuerdan a Kengo Kuma? Probablemente, solo por el nombre, no. Pero si añadimos que es el arquitecto que diseñó el famoso espacio escénico de Granada, quizá les vaya sonando más. Sí, ese que tenía aspecto de colmena. Pues bien, esa inspiración en el mundo de los insectos para el universo creativo de Kengo Kuma se hizo más patente que nunca en un acto que tuvo lugar la semana pasada.
Como contaba Efe, un anatomista japonés ha erigido un monumento en un templo de la localidad de Kamakura, situada a unos 50 kilómetros al suroeste de Tokio, para recordar a "los insectos muertos a manos del hombre". Sí, han leído bien.
De hecho, unas 50 personas, incluido el impulsor de esta iniciativa, el autor y anatomista nipón Takeshi Yoro, asistieron a una ceremonia en el templo Kenchoji para conmemorar la finalización del proyecto, según informó Kyodo News.
Y es aquí donde entra nuestro hombre: El monumento en cuestión está diseñado por el arquitecto Kengo Kuma, uno de los más influyentes de Japón y que, aunque en Granada sea famoso por su espacio escénico -diseñado y proclamado a los cuatro vientos pero ahora guardado en el cajón de algún político porque no hay dinero-, también es popular en el mundo por ser el responsable de la quinta reconstrucción del mítico Kabukiza, el teatro de kabuki más famoso de Tokio.
"Espero que la gente llegue a ser consciente de qué tipo de vida tendríamos sin los insectos", dijo Takeshi Yoro en declaraciones recogidas por la agencia japonesa.
Yoro, quien en su juventud se aficionó a coleccionar y exhibir especímenes de insectos, espera que el monumento no sólo "consuele las almas de los que ha reunido durante años", sino que también anime a otros a reflexionar sobre el medio ambiente.
La ceremonia se llevó a cabo coincidiendo con la celebración en Japón del "Día de los bichos", el 4 de junio, fecha escogida porque su pronunciación en japonés, "mu-shi", es la mismo que la del término nipón que significa bicho.
Durante el oficio un monje leyó Sutras budistas (textos sagrados) dentro de lo que parecía la coraza de un insecto gigante, indicó la agencia.
No sabemos cuándo abrirá el espacio escénico de Granada, ni siquiera si llegará a hacerlo algún día como lo diseñó Kengo Kuma. Lo que sí sabemos es que en Japón les sobra el dinero para construir espacios escénicos, teatros y hasta para... templos para insectos caídos.
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