Antonio Sánchez
Viernes, 9 de octubre 2015, 16:05
La huelga de tres horas diarias de los examinadores de Tráfico, que comenzó el pasado lunes 14 de septiembre, continúa. Lo hace con 1.500 pruebas pendientes de realizar y un «importante perjuicio» para las autoescuelas de la provincia, que el pasado fin de semana se reunieron con la intención de presionar a la Dirección General de Tráfico (DGT) para que negocie y desbloquee la convocatoria. «No podemos ir contra los examinadores, pero tampoco apoyamos las propuestas que hacen», explica José Blas Valero, presidente provincial y andaluz de las autoescuelas, que alerta del «grave problema» que se están encontrando con la huelga.
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Dado que parte del coste formativo de los conductores sólo se abona cuando estos adquieren el carnet, el retraso a la hora de realizar exámenes ha provocando que el mes de septiembre haya sido para olvidar. «No hay posibilidad de facturación hasta que no se realiza y aprueba el examen práctico», explica Valero. Para la mayoría de autoescuelas, que son empresas pequeñas, es «complicado» abordar el conflicto dado que no pueden «realizar una programación de trabajo y enseñanza» con el alumno.
Valero asegura que los profesores y los futuros conductores se encuentran «atados de pies y manos». Al desconocer cada día cual será el examinador que evaluará a los alumnos y si este va a realizar huelga estos deben presentarse a la prueba, a pesar de que existen grandes opciones de que se tengan que volver a casa sin realizar el examen. «Respetamos el derecho a la huelga de los examinadores, pero el paro lo están padeciendo autoescuelas y alumnos», sentencia Valero.
Las autoescuelas no han realizado todavía un análisis económico de las pérdidas, aunque la periodicidad con la que pueden presentar a sus alumnos a examen ha aumentado. Habitualmente, cada autoescuela cuenta con un día a la semana en el que se realizan los exámenes a sus alumnos, pero la huelga les ha obligado a tener que hacerlo cada quince días. El número de evaluaciones que a diario se quedan sin realizar es ochenta, pero esta cifra se incrementa cuando los examinadores deben viajar a Motril, Loja, Guadix y Baza.
Las reclamaciones que los examinadores plantean a la DGT no han cambiado. Piden un plus económico de peligrosidad; un mejor reparto de los evaluadores por el territorio nacional; reducir el número de pruebas que se pueden realizar al día (13); no explicar a los alumnos las causas de un suspenso tras el examen y hacerlo de forma telemática; y defender el carácter público de los exámenes ante el temor de que exista una privatización. Tráfico no quiere ceder ante ninguna de las peticiones realizar por Asextra, la asociación de examinadores, y por este motivo el 21 de octubre la huelga será total para realizar en Madrid una manifestación si antes no se ha llegado a un acuerdo.
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Niega privatización
La DGT plantea que estos funcionarios se encuentran igual de expuestos a agresiones que cualquier persona que trabaja en una oficina y asegura que en la jornada laboral de los examinadores da tiempo suficiente para realizar las trece pruebas. Tráfico entiende que los motivos del suspenso se deben notificar en el acto para evitar errores y que el alumno sea consciente del momento en el que ha cometido los fallos que le han llevado al suspenso.
La DGT niega que se vaya a privatizar la tarea que realizan los examinadores y explica que en los últimos años se han repuesto algunas de las plazas vacantes para evitar aumentar el número de pruebas que se realizan en un día. Sobre la cuestión económica afirma que no se puede negociar «porque depende del Ministerio de Hacienda» y el posible aumento de sueldo de los examinadores deberá hablarse a largo plazo.
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Begoña Castillo, delegada provincial de Asextra en Granada, asegura que la DGT ha tenido «margen de maniobra» desde 2008 para resolver la cuestión económica, cuando se acordó entre Tráfico y los examinadores comenzar a hablar para encontrar el momento preciso en el que realizar el aumento presupuestario deseado.
El paro continúa y ayer 16 los examinadores que secundaron el paro convocado por Asextra, de los 19 que se encontraban en activo y no trabajaron entre las doce y las tres de la tarde. El seguimiento medio de la huelga en Granada se sitúa en el 70%, aunque hay días en los que se ha encontrado por encima del 90%. Asextra dijo en un comunicado al comienzo de la tercera semana de huelga que no se van a desconvocar los paros «porque no hay ni un motivo que nos haga desistir de esta protesta», a pesar que aseguran ser conscientes de que las autoescuelas se encuentran «al límite de sus fuerzas» y que hay «numerosos alumnos perjudicados». A la par, solicitó a los responsables de la DGT que se pongan «a trabajar con urgencia para buscar una solución».
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