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El Colegio Notarial de Andalucía agrupa a medio millar de profesionales, unos 60 en Granada.
Los novios no pasan por la notaría

Los novios no pasan por la notaría

La provincia ha celebrado un solo matrimonio ante notario desde julio, cuando entró en vigor la nueva ley

Javier García Martín

Lunes, 14 de diciembre 2015, 00:22

No recuerdan cuándo se enteraron de la novedad, pero sí saben que tuvo que ser a través de la televisión y durante alguno de los calurosos días de las últimas vacaciones. «En julio, probablemente», señala Itziar, una madrileña afincada en Granada desde 2005, año en el que conoció a Javier, su novio, al poco de llegar a la universidad. Ese mes entró en vigor la Ley de Jurisdicción Voluntaria que, entre otros asuntos, faculta a los notarios para celebrar bodas y les eleva a los altares reservados no solo a los miembros del clero, también, para los devotos de lo civil, a jueces y ediles o, en los casos más exóticos, a funcionarios del cuerpo diplomático, oficiales militares, capitanes de naves y comandantes de aviones. «Tuvo que ser en verano, porque fue entonces cuando decidimos que nos íbamos a casar», reitera la futura esposa.

Los novios querían algo rápido y sencillo y, aunque todavía no ha intercambiado anillo alguno, ya han empezado el trámite para pasar por la notaría. El suyo es, hoy por hoy, un caso minoritario. Fuentes del Registro Civil, de hecho, hablan de números anecdóticos. «En la capital somos 19 profesionales», explica a IDEAL Salvador Torres, decano del Colegio de Notarios de Andalucía, un colectivo conformado por medio millar de trabajadores. Según datos del gremio, hasta finales de octubre solo se ha autorizado un matrimonio por esta vía en toda la provincia, una cifra exigua.

Ventajas como el ahorro de tiempo y, en muchos casos, de dinero, que conlleva la elección de esta fórmula no han seducido aún a los granadinos. «Como con todas las novedades, siempre hay personas más atrevidas, pero, en general, es algo que va despacio. En Granada, no se había abierto el fuego hasta octubre», detalla Torres. «La gente hasta nos pregunta si esto tiene validez», señala.

A la espera de la actividad ya notificada en lugares como Málaga o Sevilla, el decano sí ha detectado aquí un incremento de las consultas entre los más de 60 profesionales repartidos por Granada. Casos como el de la estrella televisiva Cristina Pedroche -que eligió esta fórmula para dar el 'sí quiero' por sorpresa hace unas semanas en su casa-, pueden ayudar al sector, uno de los más afectados por la crisis del ladrillo.

«Lo que está claro es que el coste no es disuasorio», subraya el notario. El arancel que hay que pagar viene fijado por ley y está entre los 120 y 150 euros, según los consultados por este periódico. Este dato, no obstante, debe actualizarse en el futuro, pero será común a todas las notarías.

Desde el Gobierno central, uno de los argumentos esgrimidos para impulsar esta medida fue la descongestión de la administración de Justicia. «Nos dijeron que había meses de espera en los juzgados», destaca Itziar. «En la notaría, nos daban cita en una semana», contrapone.

Gracias a esta nueva opción, el único factor limitante es ahora la agenda del notario, siempre y cuando la pareja disponga del expediente matrimonial aprobado por el Registro Civil. Este 'papeleo', obligatorio para cualquier boda y que puede tardar semanas hasta su expedición, puede explicar parte del lento calado social de la iniciativa. A partir de julio de 2017, serán los propios notarios quienes se encarguen de todo el trámite.

Parón invernal

En las pequeñas localidades, donde el atasco judicial es menor, esta nueva tipología de bodas civiles es una opción «desconocida», confiesan trabajadores consultados. Y, en términos generales las perspectivas no son alcistas para los próximos meses.

A la luz de los números, las ganas de contraer matrimonio aumentan con el buen tiempo y caen en picado con la cuesta de enero. De los 3.054 casamientos celebrados el año pasado, 1.700 se llevaron a cabo entre junio y septiembre, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El consuelo para el sector es que, hoy por hoy, el matrimonio por la vía civil es ya mayoritario frente al que ofrece la religión católica -la casilla que completan otras confesiones es del todo anecdótica-, y eso que los años de crisis económica y los nuevos usos sociales parecen haber desanimado a muchos granadinos a casarse.

La lentitud en la llegada de esta medida se aprecia también en otros ámbitos. La nueva ley da a los notarios la capacidad de firmar divorcios en casos en los que el acuerdo en la pareja exista y no haya hijos de por medio. Hasta la fecha, solo se ha aprobado uno. «Esas condiciones estrechan mucho el número de beneficiarios que pueden acogerse a esta iniciativa», explican desde una notaría radicada en el Valle de Lecrín. «En cualquier caso -agregan-, todo despegará cuando venir aquí se vea como algo normal».

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