Más de tres horas atrapados en el avión para llegar a Granada desde Barcelona

Han pasado más de tres horas encerrados en un avión. Los pasajeros del vuelo VY2012, que opera la compañía de bajo coste Vueling, tenía prevista su salida a las 13:10 horas desde la terminal 1 del aeropuerto de 'El Prat', en Barcelona. Su destino, el 'Federico García Lorca' de Granada. A las 14:40 horas debía haber tomado tierra la aeronave, pero no fue así.

Finalmente a las 16:42 horas de este viernes despegó desde Barcelona el aparato -según ha informado la empresa- con un pasaje cansado de la espera en el interior del avión.

Montse Cervera es de Barcelona y ha venido a Granada a pasar el fin de semana. Con ella, viajaban también aficionados del Barça que esperan ver este sábado a su equipo en Los Cármenes, y otros pasajeros que «tenían compromisos familiares», según nos ha contado a través de una conversación telefónica.

La mayoría se quejaron de la falta de explicaciones claras por parte de la compañía, que controla el grupo internacional IAG (Iberia y Bristish Airways). Vueling retrasó en diversas ocasiones el despegue del vuelo pero no permitió a los pasajeros abandonar la aeronave «porque no estaba el 'finger'», según ha relatado a este periódico Cervera.

Vueling, propiedad del grupo internacional IAG, excusó, a través de Twitter, su el retraso del vuelo en «problemas operacionales» del aeropuerto de Barcelona.

Una de las pasajeras que se encontraba en ese avión es la nadadora olímpica Erika Villaecija, que no dudó en expresar su malestar a través de las redes sociales.

Sin embargo, no ha sido la única que ha protestado. Otros pasajeros se quejaron de falta de información y de que no les servían comida.

El vuelo llegó a la pista del aeropuerto granadino pasadas las 18:00 del viernes, según informó la aerolínea a través de su página web. Desde Facua Granada advierten que la legislación española contempla la posibilidad de reclamar indemnizaciones cuando se produzcan retrasos superiores a las dos horas.

Una situación similar se vivió en Granada a principios de abril, aunque en este caso se produjo en sentido inverso. Entonces los pasajeros de un vuelo de Vueling a Barcelona llegaron a la ciudad condal con 18 horas de retraso tras pasar la noche en Málaga.