La campana de la Vela tañe por el amor

El sonido de la campana de la torre de la Vela se expande sobre la ciudad de Granada en una jornada que a la vez que celebra la rendición de la capital nazarí ante los Reyes Católicos en 1492, rememora una tradición ancestral, tocar la campana de la atalaya más alta de la ciudad palatina de los reyes nazaríes para conjurar al destino y encontrar el amor de tu vida.

Desde primera hora de la mañana, miles de personas (a lo largo del día pasarán más de 8.000 según los datos de los responsables del monumento), suben para hacer sonar la campana que se alza sobre la ciudad. Dice la tradición, que las mozas que durante la jornada del dos de enero hagan tañir la campana de la Vela tres veces, encontrarán marido. Con el paso del tiempo, la leyenda se ha modificado y hacer que la campana suene (no importa que sea tres veces) puede conseguir que llegue el amor, ya sea marido, o mujer, novio o novia, o la pareja que esperas. Algunos, incluso, suben para tocarla y reafirmar su amor muchos años después de su primera unión, y otros lo hacen a la vez que piden un deseo aunque no tenga nada que ver con amoríos.

Subir a la torre de la Vela el día dos de enero se ha convertido ya en una devoción para empezar el año con los mejores augurios. La presencia masiva de granadinos, que pueden acceder al recinto de la Alcazaba con solo mostrar su carnet de identidad, ávidos por subir a la torre y tocar la campana, sorprendía a los numerosos turistas, sobre todo asiáticos, que no dudaban en sumarse a la tradición y tocar la campana, por aquello del por si acaso.