Los consejeros Juan Bravo y Javier Imbroda comparecieron este viernes en el Parque de las Ciencias, transcurridas dos semanas desde que estallase la polémica sobre el control contable del museo. Esto viene a ser terminar por el principio.
El actual gobierno de la Junta ha asumido una decisión que se empezó a gestar en 2017, en la etapa socialista. La falta de anticipación le ha conducido a una crisis –más política que social– a la que será difícil dar la vuelta. Imbroda ha rechazado convocar de inmediato el consejo rector del Parque de las Ciencias hasta que se rebaje el ruido; un órgano donde ha anunciado que dará su opinión el director del museo, Ernesto Páramo, la voz más acreditada para valorar el cambio de gestión y sus repercusiones y que, de momento, guarda un silencio que se intuye cualquier cosa menos cómplice.
Públicamente, PP y Cs se afanan en defender la normalidad. Aunque ambas formaciones están desconcertadas en Granada y no saben ni cómo actuar ni dónde ubicarse para no verse contaminadas por el manido –pero efectivo– discurso contra el centralismo sevillano.
El estrambote se vivió el pasado domingo con el abrazo convocado por asociaciones y partidos políticos. Una convocatoria respaldada por PSOE y Unidas Podemos por la que se vieron arrastrados tanto en las filas populares como en Ciudadanos. Hubo debate interno para resolver cómo actuaban. Si se adherían al abrazo y se enfrentaban a sus propios compañeros del gobierno andaluz o se desmarcaban y se exponían a la crítica social. De fondo, los ecos de las manifestaciones contra la fusión hospitalaria.
El sábado por la mañana, Ciudadanos remitió una circular a la agrupación de Granada en la que invitaba a los militantes a sumarse al «abrazo colectivo» al Parque de las Ciencias. «Nos vemos mañana a las 11.45 en la acera de enfrente de la entrada principal (...). Una vez más, contamos con tu valiosa presencia».
Este movimiento provocó que en el seno del grupo popular en el Ayuntamiento sopesaran acudir para no quedarse solos.
El mismo sábado, Ciudadanos distribuyó un segundo comunicado interno: «Una puntualización muy importante (...) para que no haya equívocos ni confusiones. Nosotros 'NO' vamos al abrazo al Parque de las Ciencias porque ese acto en sí es una convocatoria politizada de PSOE y Podemos. Nosotros iremos mañana a 'dar la cara' y apoyar la decisión de la Junta, rechazando el populismo de la convocatoria».
A las 20.52, el gabinete de comunicación del Ayuntamiento anunciaba que el alcalde atendería a los medios en el Parque de las Ciencias a las 12.30 horas para «hablar de asuntos de actualidad».
El PP no cambió los planes y los dos partidos que cogobiernan tanto en la Junta como en el Ayuntamiento de Granada se comportaron de manera distinta. Finalmente, los concejales César Díaz y Carlos Ruiz Cosano participaron –discretamente– del abrazo junto a los ediles de Vox Onofre Miralles y Mónica Rodríguez.
Al disolverse la concentración, Luis Salvador llegó a la explanada de acceso al Parque con la pretensión de atender a los medios y tuvo que refugiarse en el hall tras sufrir –según dijo– un «escrache». Fue algo aislado, pero sí fue increpado por algunos de los asistentes.
Terminaron 'abrasados' en el Parque de las Ciencias.
CONTACTOS PARA EL PRESUPUESTO
El bipartito pretende sacar adelante el primer presupuesto del Ayuntamiento de Granada en cinco años. También lo intentó infructuosamente el PSOE. El PP tiene ya un borrador del documento y su idea original era convocar un pleno extraordinario el 15 de enero. Antes necesita amarrar el apoyo de algún grupo de la oposición. Ha empezado por negociar con Vox aunque todavía no cuenta con la complicidad de Onofre Miralles.
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