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Aceite de linaza

Aceite de linaza

Crónicas granadinas ·

Sábado, 26 de febrero 2022, 16:48

Te ganaba en las distancias cortas. Con su voz abovedada, el abrazo franco y la mirada limpia de sus ojos grandes, Carlos Nestares, te llevaba de la mano a la conversación amigable y la charla sincera. Me lo presentó mi padre al inicio de la ... década de los setenta, cuando le estaba barnizando lo que después conoceríamos todos como el restaurante Las Tinajas. Una obra de ebanistería que llevó a cabo su amigo Manolo Segura, amante de la bicicleta de carreras, que tenía su taller en la calle Real de Cartuja, frente a la fachada del Hospital Real. Carlos se interesaba mucho por la técnica que mi progenitor estaba empleando en su establecimiento. Algo novedoso entonces, que consistía en aplicar barniz de yate en las maderas más expuestas a la erosión, como por ejemplo, la barra del bar, y el aceite de linaza para las baldosas de barro, que las protegían de manchas y suciedad. Mi padre ya había empleado con éxito el barniz de barco hacía mucho tiempo, en madera a la intemperie, como la baranda exterior del Carmen de los Rodríguez Acosta en el Albayzín, con unos resultados de protección en el tiempo, realmente sorprendentes, labor que repitió en el desaparecido restaurante La Vidrieras, ubicado en el final de Recogidas con el Camino de Ronda: aceite de linaza para proteger las baldosas porosas de barro cocido y barniz yate para la barra de madera.

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