Accidente de tráfico en Granada
Un adelantamiento en la A-92 con varias vueltas de campana y un quitamiedos 'milagroso'Accidente de tráfico en Granada
Un adelantamiento en la A-92 con varias vueltas de campana y un quitamiedos 'milagroso'Un adelantamiento en la autovía acabó el pasado lunes por la noche con dos vehículos accidentados en la A-92; un coche en el que viajaban un hombre y su hija, de 13 años, y un camión. Los dos familiares fueron trasladados al Hospital de ... Neurotraumatología de Granada, mientras que el camionero sufrió un ataque de ansiedad. «Cuando vino a ayudarnos a salir, pensaba que habíamos muerto», cuenta Samuel López, conductor del turismo, que relata cómo vivió el accidente en primera persona. «Dimos varias vueltas de campana y acabamos encajados entre dos quitamiedos, eso fue lo que nos salvó», explica.
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Laura Velasco
Samuel circulaba por la A-92 a la altura de la salida de Las Canteras, en Atarfe. Iba a 90 kilómetros por hora con la velocidad crucero activada. En un momento dado, un camión comenzó a adelantarlo, pero redujo la marcha poco a poco. Samuel volvió a ponerse, sin haber cambiado su velocidad, un poco por delante del camión. Ahí se produjo el punto de inflexión. «El camión se metió en el carril derecho y chocó con la parte trasera de mi coche. Nosotros dimos varios giros y otras dos o tres vueltas de campana. Acabamos parados en mitad de la mediana, sujetados por los quitamiedos de los dos sentidos. Eso fue lo que nos salvó», rememora. Al parecer, el camionero pensó que ya los había adelantado y por eso se desplazó al carril derecho.
Ni siquiera saltaron los airbags. No fue un choque brusco, por lo que sus heridas han sido considerablemente menores. El quitamiedos 'milagroso' amortiguó el golpe. «Las vueltas de campana parecían una extraña montaña rusa. Tengo la imagen de estar frente a la cabeza del camión. En esos segundos no me dio tiempo a pensar en nada, pero en cuanto paramos mi cabeza se centró en mi niña, que gritaba. Pensé: gracias a Dios no nos hemos matado», apostilla Samuel, vecino de Atarfe. El camionero, que había aparcado unos 200 metros más adelante, llegó a ayudarlos. Pensaba que habían muerto. Abrió una de las puertas hacia arriba -estaba destrozada- y salió la niña. Samuel lo hizo por la ventanilla. El coche, lógicamente, está para el desguace.
Samuel llamó al servicio de Emergencias 112 y mandaron su ubicación. Mientras se desplazaban los servicios sanitarios, caminaron en medio de la noche cerrada hasta poder cruzar al arcén, donde estaban más seguros. Tanto la niña como el conductor del camión sufrieron un ataque de ansiedad. Los servicios sanitarios trasladaron a padre e hija al Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada, donde les realizaron varias pruebas médicas. Afortunadamente, se encuentran bien. «Nos duele un poco la espalda, me cuesta girar el cuello y ella se marea al andar, pero nada comparado con lo que podía haber pasado», sentencia Samuel. El conductor del camión, que se ha preocupado por ellos, les comentó que le dolía la cabeza, pero en principio los tres están sanos. «Estaba muy preocupado por nosotros y ya se ha quedado más tranquilo», recalca este vecino de Atarfe, que no esperaba comenzar 2025 con un susto mayúsculo.
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