Obituario

Adiós al hombre que explicaba la Biblia de una forma amable y cercana

Rodríguez Carmona fue licenciado en Sagrada Escritura y doctor en Teología Bíblica y en Filología Bíblica Trilingüe, fue profesor emérito de Teología Bíblica del Nuevo Testamento en la Facultad de Teología de Granada y de diversos cursos de exégesis del Nuevo Testamento en el Seminario Diocesano de Almería.

Además, estuvo muy vinculado con los fieles de Granada, ya que dio misa de forma diaria en las parroquias de San Agustín y San Juan de Letrán, donde confesaba y atendía con una gran cercanía a todos los que se acercaban hasta allí. Un hombre que sabía llevar la densidad de la teología a la simplicidad para aproximarla al ser humano.

Antonio fue una figura vital para muchos jóvenes al formar a distintas generaciones de sacerdotes, religiosos y laicos. Hay que destacar su papel promotor de la figura de la mujer, ya que las animaba dentro de los estudios bíblicos, alentando a muchas de ellas a hacer su tesis doctoral, incluso ha favorecido o promovido que entraran como profesoras en diversos centros teológicos.

La editorial Verbo Divino, con la que publicó distintos libros, resalta su dedicación a los evangelios, que le llevó a introducirse en el contexto lingüístico y cultural de la época de Jesús, por lo que cultivó el arameo targúmico y la literatura intertestamentaria. Más adelante, extendió su interés al judaísmo rabínico y, en el campo pastoral, al diálogo judeocristiano.

También fue rector del Seminario Mayor de Almería, delegado para la Formación Permanente del Clero en Granada y vicerrector de la Facultad de Teología de Granada.