Rosario Mariscal

El adiós a la reina de la Alcaicería

Cuenta su hermano Gonzalo Mariscal, que sus padres empezaron con el negocio en 1944. Por entonces la calle no tenía luz. La Alcaiceria era un lugar inhóspito que poco a poco fue cobrando vida impulsada por el negocio de esta familia granadina. De tener un taller, pasaron a una tienda de artesanía y a partir de ahí también llegaron los belenes con el sello Mariscal. «Mi hermana Rosario heredó los genes artísticos. Era la reina de la Alcaicería», rememora su hermano.

Rosario tenía la tienda junto con su marido, Fernando López Bernal, que se dedicaba a las antigüedades y ahora son los hijos los que la regentan, ya que Rosario llevaba ya unos 15 años alejada del negocio. «Su especialidad siempre han sido las figuras de belén de mercado, estos puestos de verduras», expresa su hermano que recalca la minuciosidad de Rosario a la hora de trabajar con estas figuras. Con la cofradía del Rosario también se volcaba y colabora en su Cruz de mayo con sus piezas únicas. Los hijos, ahora, envían piezas de belén por internet, en una versión del negocio adaptada a los tiempos.

Ahora la Alcaicería llevará por siempre la esencia de Rosario Mariscal y de su gran labor por la artesanía granadina.