Agrede sexualmente a una menor en un bar del Zaidín, destroza el local y le pega a un agente

IDEAL ha podido saber, por fuentes próximas a la investigación, lo sucedido aquella tarde. El presunto autor de los hechos, de nacionalidad española, comenzó discutiendo «de forma acalorada» con otro cliente en el bar, al que presuntamente llegó a coger del cuello y lo tiró al suelo. A partir de ahí, comenzó «a discutir con todo el mundo».

Lo peor estaba por llegar. El individuo supuestamente se acercó a una menor de 16 años de edad que había acudido junto a su pareja y otro amigo. En un momento dado, le ofreció a la chica un billete de cinco euros «a cambio de que se prostituyera», para que tuviera relaciones sexuales con él. Ante el rechazo de la adolescente, se le abalanzó y le realizó tocamientos «en el culo y el pecho». También la llamó «puta».

La situación era insostenible. Testigos del suceso cuentan que el hombre «se volvió loco» y comenzó a destrozar el local. Al parecer, cogió una máquina de bolas y la tiró contra uno de los cristales del escaparate. Llegó a «desencajar» la puerta de acceso al local de las diversas «patadas» que le propinó. También rompió vasos, sillas y ceniceros. Los daños eran cuantiosos. Según valoraron los investigadores, superaban ampliamente los 400 euros.

Paralelamente, la pareja sentimental de la menor le recriminó la actitud al susodicho después de que agrediera sexualmente a su novia, por lo que también la emprendió contra él. Al parecer, le «escupió» en la cara, le insultó, le amenazó y le agredió en la cara y la mano con un cenicero, por lo que sufrió policontusiones, según consta en el parte de lesiones del hospital.

La Policía Local de Granada fue requerida ante los altercados que estaba ocasionando el hombre. Al llegar, comprobaron ellos mismos el destrozo del local, con los cristales rotos. El tipo estaba «atrincherado» dentro del bar y su actitud era agresiva. Tras entrevistarse con los testigos, uno de los agentes le pidió al susodicho que se relajara. Este hizo caso omiso y siguió bebiendo vino.

El agente le insistió en varias ocasiones para que dejara el vaso, sin éxito. De hecho, pasó al ataque y se «abalanzó» contra él, según comentan las mismas fuentes. El agente tuvo que esquivar la agresión. Otro policía local fue a ayudar a su compañero y trató de reducir al hombre, momento en el cual le «propinó un cabezazo». El responsable del ataque fue detenido por los delitos de daños, agresión sexual y atentado a agente de la autoridad. Según ha podido saber este periódico, ya le constaban antecedentes policiales.

Aquellos que resultaron heridos durante el altercado fueron atendidos en un centro hospitalario, entre ellos, la menor de edad agredida sexualmente, que presentaba un cuadro de ansiedad. La normalidad regresó progresivamente al local, donde la calma de una tarde cualquiera se vio interrumpida por un episodio inesperado de violencia.