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El río Guadiana Menor se remansa tras la presa del embalse del Negratín y genera paisajes fundamentales del Geoparque. MERCHE S. CALLE
Aguas turquesa en Granada para escribir la historia de la Tierra

Aguas turquesa en Granada para escribir la historia de la Tierra

Rincones al descubierto ·

El río Guadiana Menor, en el Geoparque de Granada, es un cauce recoge los aportes de arroyos y pequeños ríos que alimentan las tierras áridas del noreste de Granada tras embalsarse en el Negratín. Es el Guadiana Menor, el río gemelo del Guadalquivir, que desvela las singularidades del flamante Geoparque de Granada

Lunes, 10 de agosto 2020, 00:34

Dos quebradas paredes de tierras blandas y rocas verticales de afiladas aristas reflejan la luz cálida del amanecer. Bajo ellas se alza el murmullo constante del paso de aguas que recorren un estrecho canal entre las dos paredes. Es el río Guadiana Menor que acaba de unir los aportes de otros cauces fluviales, Gergal, Barbata, Castril y Guadalentín en el embalse del Negratín, en el noreste de la provincia de Granada. El agua discurre rápida tras haber sido liberada por la gran presa del embalse, para iniciar su camino a través de las cárcavas y 'malas tierras' (badlands) del Geoparque de Granada, recientemente inscrito en la Red Mundial de Geoparques de la Unesco, y buscar su fusión con el Guadalquivir antes de recorrer junto el camino hacia el Atlántico.

Observar el sinuoso recorrido del Guadiana Menor a través de las tierras áridas es conocer la evolución geológica de los últimos dos millones y medio de años y leer, en las paredes de los cortados las páginas de un libro que muestra la evolución de la tierra. El paso de las aguas del río ha horadado las gargantas de tierra y descubierto secuencias estratigráficas que permiten conocer periodos en los que habitaron los enormes tigres diente de sable, mastodontes, elefantes, hienas y otros grandes mamíferos y comenzaron, en estas tierras, las evoluciones de los primeros homínidos de Europa.

El río Guadiana Menor (llamado así para diferenciarlo de su homónimo Guadiana) tiene el agua de color turquesa, tanto cuando desciende rápida, como en los remansos, donde calma su ímpetu y riega tierras de cultivo, alimenta riberas con bosques de galería y se convierte en un perfecto corredor ecológico a través de un territorio inhóspito, un eje que visto desde el aire se asemeja a una larga serpiente coloreada de mil y un tonos de verde, amarillos y rojos, que señalan la presencia de bosquetes de sauces, rosales, frutales naturalizados e incluso alisos, todo ello rodeado por espacios aparcelados que muestran el uso que el hombre ha dado a estas riberas a lo largo de los milenios. Llama la atención que esta zona del norte de la provincia de Granada, además de ser de las de mayor valor ecológico del sur peninsular, también es de las que han experimentado un mayor uso humano, pero que en este caso ha sido equilibrado y, en cierto sentido, sostenible. El hombre, desde el Paleolítico, utilizó para desplazarse, estas riberas, los caminos del agua, a semejanza de los movimientos de otras especies animales que saben que junto a los ríos se encuentran los elementos necesarios para sobrevivir.

Para conocer las singularidades del Guadiana Menor y el Geoparque, viajamos al embalse de Negratín. Es un pequeño mar interior rodeado de los más impresionantes sistemas de 'badlands' de Europa. En sus riberas se alzan murallas de tierras blandas erosionadas por el viento y la lluvia que generan 'chimeneas de hadas', que se asemejan a pequeñas torres de tierra con pequeños tejados en su cúspide a modo de chimenea. El agua refleja el color rojizo de las tierras en las orillas y de las pequeñas islas que afloran casi en el centro del embalse, entre ellas las islas de las gaviotas, hasta donde poblaciones de gaviotas patiamarillas vuelan cada año desde el mar para anidar y reproducirse.

El agua tiene tintes amarillentos y rojizos de las arcillas de sus riberas. El embalse es un oasis en territorios a un paso de ser considerados semidesiertos, un espacio para navegar a bordo de kayak y piraguas, recorrer los meandros entre islotes y acercarse a las riberas de cortados arcillosos, donde ver de cerca las huellas del paso del tiempo geológico. Desde el centro del embalse, donde llegan las aguas de los ríos que discurren por las tierras del Geoparque y la sierra de Castril, se observa la majestuosa imagen del cerro del Jabalcón.

Lo que debes saber

  • Cómo llegar Embalse Negratín: A través de la A-92 Norte, salida 25 hacia Bácor, pero poco antes de llegar, tomar la desviación a Freila hasta encontrar las indicaciones que van al Poblado del negratín | Cauce del Guadiana Menor: Por la carretera de la presa hasta una curva muy cerrada de donde parte un carril.

  • Visita obligada Badlands: Situados tras la presa del embalse en la carretera hacia Pozo Halcón y Castril | Actividades: Desde la carretera de Freila se puede acceder a la playa del embalse, con un magnífico camping y chiringuitos donde comer y disfrutar de paseos en kayak por el interior del pantano.

La carretera que accede desde la A-92 y las inmediaciones de la localidad de Freila nos lleva a la presa del embalse y baja hasta las instalaciones hidrológicas que distribuyen el agua del embalse, bajo los cortados, con un pequeño puente sobre el que discurre el río que acaba de nacer en el aliviadero del pantano. Pero queremos ir más allá, conocer los secretos del río de aguas turquesas. La carretera baja sustentada en la pared rocosa hasta una curva de casi 360 grados. En el centro de esa curva parte un carril de tierra que se adentra en territorio de 'malas tierras'.

Caminamos entre cárcavas y sustratos salinos, a la izquierda, paralelo, se vislumbra el paso del cauce. El sol abrasa a pesar de que aún no se encuentra en su cénit, pero desde el río llega una suave brisa húmeda. Caminamos 800 metros, hasta un sendero que se acerca al cauce. El agua se ha remansado y baja zizagueante. Desde este punto es posible conocer el discurrir del cauce a lo largo de varios kilómetros de carril y accesos al cauce, un recorrido para realizar una completa inmersión en un paisaje de ribera que alimenta ecosistemas y a sus habitantes, pero sobre todo, para descubrir parajes y rincones insospechados en el corazón del Geoparque, donde las tierras áridas, erosionadas, aparentemente yermas, esconden verdaderos oasis verdes convertidos en las arterias para la supervivencia de sus pobladores.

La fuente original del Guadalquivir

Conocer el Guadiana Menor es adentrarse en lo que algunos científicos consideran la auténtica fuente del Guadalquivir, al menos desde un punto de vista geológico e hidrológico. Recorre parte de la provincia de Granada y de Jaén hasta unirse al Guadalquivir en Úbeda, por lo que se considera un afluente del río de Andalucía. Pero científicos, avalados por la Confederación del Guadalquivir, señalan que si se considera que el cauce del Guadiana Menor se extiende con el Guardal, la longitud y caudal es mayor que la del Guadalquivir, lo que convertiría a este último en afluente del río nacido en el Geoparque.

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