Falsa alarma: el Amador no cierra

El bar que inspiró uno de los versos más sonados de Los Planetas seguirá abierto, pese a que el propietario anunció a finales de noviembre su clausura | Uno de los empleados se hará cargo del local, que en 2016 cumplirá 30 años

javier morales

Viernes, 11 de diciembre 2015, 00:45

"Llevo días queriendo escribir un epílogo, habré tirado decenas de borradores, y todo porque no quiero, o quería, que saliera un epílogo triste". 'Pin' Novo dio la voz de alarma el 28 de noviembre y un día después, con esas palabras, quiso despedirse a través de las redes sociales: el Amador, el bar de Los Planetas, echaba la persiana, justo antes de llegar a los 30 años de cañas.

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"Los vaivenes, la inseguridad, el agotamiento" llevaron a Miguel -es su nombre real, aunque los frecuentes de Pedro Antonio de Alarcón le conocen por 'Pin'- a tomar la decisión de abandonar el local que lo acogió hace casi doce años, junto a sus "secuaces". La idea era cerrar después de Navidad, pero "para que se lo quede alguien por cinco duros...", pensó.

'Pin' está delante de la barra, donde los clientes, donde estaba en enero de 2004, ajeno a que un par de meses después se enfundaría el delantal para hacerse cargo del Amador. Desde esta posición de privilegio explica que cuando fueron "a hablar de los papeles" para el cierre le dijo a Miguel, que es ahora quien sirve las cervezas, "¿por qué no lo pruebas, tío". Fue "como lo de Jesucristo", dice Novo, el Amador "resucitó al tercer día".

Así que, desmentido en redes incluido, han decidido que Miguel, que trabaja en el bar desde hace un lustro, coja las riendas del que, de acuerdo con 'Pin', es el cuarto bar más antiguo de Pedro Antonio. La idea inicial es probar unos meses y Novo, que ahora estudia en la Escuela de Hostelería, estará ahí para echar una mano. Miguel asume un trabajo "de mucho desgaste", con alrededor de ocho horas de apertura al público, que se suman a las gestiones, las compras...

Doce años, cientos de anécdotas

El Amador, que debe el nombre a su primer propietario, abrió en 1986, rememora 'Pin', pero el dueño lo dejó en el 89. Luego los regentes alternaron periodos largos y una época con varios cambios. "A quien yo cogí el testigo llevaba nueve años", narra con una jarra entre las manos.

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Cuando se puso tras el grifo iba advertido de un punto a favor de su recién asumido negocio. 'Qué puedo hacer', el segundo single de 'Super 8', de la banda granadina Los Planetas, fechado en 1994, mencionaba al bar: "He pasado por tu casa veinte veces, siempre voy al Amador por si apareces...". Este disco, que "cambió el rock patrio" según la revista Rolling Stone, contenía un aliciente para este garito que todavía no ha perdido fuelle.

Comenta 'Pin' una anécdota de hace un par de semanas, cuando unas chicas valencianas no dejaban de cantar la canción en el local situado en Pintor López Mezquita. "Y no pasa ningún fin de semana sin que vengan a hacerse la foto", dice, incluso hace referencia a los visitantes que pasan por Granada tras esquiar en Sierra Nevada y llegan por allí "a propósito". Al principio vendieron merchandising, ya que los clientes "se llevaban hasta las cartas".

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Sin embargo, es tajante: "No hemos querido explotarlo". Asegura que "hace muchísimos años" que, por el Amador, los que no aparecen son los propios Planetas. No obstante, el lugar siempre se ha relacionado con la música. Novo presume de que esa fama "siempre se ha cuidado". Llegaron a vender maquetas y organizar concursos de bandas emergentes. Su último visitante de la esfera musical, además de algún asiduo miembro de los Lori Meyers, ha sido Paco Román, líder de Neuman.

El encuentro en el Amador que recuerda con más fuerza es el paso de Quique González, quien, pese a su fama entre el perfil tipo de asistente al Amador zona de peregrinaje de 'indies' y 'rockeros' no armó revuelo. "La gente fue muy respetuosa con él".

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Otra de las 'historietas' que cuenta tiene que ver con la pizarra de la que ha sido su taberna, cuyos mensajes han tratado de "no dejar al cliente indiferente, de llamar la atención desde el punto de vista cómico". A principios de este año, el tablón rezaba: "No tenemos Cruzcampo de mierda". Esta sentencia ácida pretendía servir como respuesta a las reiteradas peticiones de algunos clientes.

A los meses, la imagen se convirtió en viral. "Al principio fue una broma, pero luego me preocupó. En Twitter 'se armó'". Asegura que hubo comentarios de sevillanos "un poco molestos" que incluso llegaron a amenazar. 'Pin' insiste en que fue "un disparate" que llegó hasta a Forocoches, uno de los portales más influyentes de la red. La propia Cruzcampo trató de mover ficha y se marcó "como un reto" que cambiara de cerveza. Al final, la polémica acabó en una publicación en la que explicaban que la intención "nunca fue la de ofender".

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"Es muy difícil aguantar 30 años"

Cuando Miguel Novo empezó a trabajar en el bar, en 2004, Pedro Antonio de Alarcón estaba "de capa caída". "No había ni la mitad de kebabs y los vecinos daban mucho la vara", por los ruidos y suciedad en la calle de marcha.

Tas una pequeña remontada llegaron las obras para remozar la calle, que comenzaron en febrero de 2008 y, según el propietario saliente, también mermaron la actividad. Sin embargo, la situación actual es de "mucho movimiento".

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Advierte, eso sí, de que las costumbres han cambiado. Mientras en los 90 y los 2000 el cliente típico de la zona rondaba los 28 años, ahora esa generación "se ha perdido", y han tomado Pedro Antonio los estudiantes recién ingresados en la Universidad.

Pese a las dificultades, el bar se ha sostenido erguido durante 30 años, doce de los cuales han pasado entre copas y tapas servidas por 'Pin' Novo. Al final, el Amador no cierra, pero pierde a uno de sus ejes. "Que siga así, que vuele libre", son los consejos que ofrece a su sucesor.

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