JAVIER MORALES
Lunes, 21 de marzo 2016, 13:48
Sigue sin llover a gusto de todos. Vallar el 'botellódromo' y programar una Holi Run, receta propuesta por el Ayuntamiento para erradicar la fiesta de la primavera, resultó ser un éxito. Las convocatorias en redes sociales quedaron en balde, ante la satisfacción de comerciantes y vecinos. Sin embargo, como ocurre en los macrobotellones, la carrera también ha ido seguida la correspondiente resaca. En este caso, en forma de calles coloreadas por polvo un rosa que parece resistirse al agua, y hasta al desengrasante.
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En la mañana de este lunes, Manuel Muñoz y José Manuel Rodríguez se afanaban con todo tipo de productos de limpieza para retirar la capa de color que ha impregnado sus mesas y sillas. Trabajan en las cafeterías Viena y Comino, ambas situadas en la calle Arabial. De acuerdo con José Manuel, durante la noche del sábado dieron una primera pasada con desengrasante. Pero nada. El color persistía en la terraza e incluso el interior del local, que "estaba rojo". ¿Y esto es mejor que que el botellón? "Sinceramente, esto es peor", responden al unísono.
De acuerdo con el testimonio de José Manuel, hasta la Policía Local, que ha pasado por su negocio esta mañana, se ha quejado porque sus coches también están teñidos de rosa. Según su vecino, "el cuarto de baño está para pintarlo". Quienes entraron el sábado a su bar tras la Holi, dejaron un rastro difícil de eliminar. Seguirán frotando, pero ya bromean con pintar de rojo los asientos de sus terrazas.
En la calle, los operarios de Inagra se servían de agua a presión para complementar a la caída del cielo. La lluvia no ha podido con la polvareda, pero a simple vista tampoco lo han conseguido las mangueras, como reconocía uno de los trabajadores. El manto rosado cubre con especial intensidad las calles María Moliner, Arabial y Calle Cañaveral. Pero también se deja ver en las aledañas: Recoletos, Santa Clotilde o Santa Fe. En esta última, una vecina explicaba que han limpiado ya "dos veces", sin éxito
Las ruedas de los coches, señaladas en color rojizo sobre el asfalto, han contribuido a esparcir esta mezcla de harina de maíz y extractos de plantas que, de acuerdo con la organización, no es tóxica. La composición, llegada de la India, formaba parte de los 'kits' repartidos a cada uno de los ocho mil participantes del evento. Al polvo que portaban los atletas se sumó el que los animadores desparramaron en cinco puntos a lo largo del recorrido. En total, cerca de seis mil kilos de color cuyo rastro pervive en las calles.
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