Alega que se despistó tras chocar contra un coche y lanzarlo contra una casa en Ogíjares

El suceso, adelantado por IDEAL, ocurrió a una hora indeterminada de la madrugada del pasado 4 de mayo, pero todavía no hay un desenlace definitivo. El vehículo que acabó convertido en un destructivo proyectil ha sido declarado siniestro total, lo que significa que quedó hecho añicos, una ruina perfecta, según indicaron los perjudicados. En este sentido, y mientras aguardan a que los seguros terminen de negociar, ellos van a reclamar un coche de las mismas características que tenía el suyo antes de ser 'atropellado'.

Las mismas fuentes señalaron que, al parecer, la causante del estropicio, que no les ha pedido disculpas por lo ocurrido, atribuyó la colisión a un despiste, a una distracción. Lo que no saben todavía es por qué se fue a acostar después de la que había liado. Podía haber avisado del accidente o incluso dejar una nota con sus datos para que los damnificados se pusieran en contacto con ella.

Por su parte, el dueño de la vivienda que recibió el impacto del turismo ya ha reparado los daños.

El incidente que aún está pendiente de resolución aconteció el día después de la celebración de las cruces de mayo. Era sábado. El topetazo que inició la reacción en cadena fue tan violento que el vehículo aparcado, un utilitario de pequeño tamaño, salió lanzado y se empotró contra una vivienda situada enfrente. La valla que rodeaba la finca cayó como las piezas de un dominó.

Las fuentes consultadas indicaron que escucharon algo de ruido pero creyeron que era el camión que recoge las basuras. Descubrieron el estropicio cuando ya había amanecido. De inmediato, se pusieron en contacto con la Policía Local de Ogíjares y corrieron la voz entre el vecindario para recabar la colaboración ciudadana e intentar dar con el paradero del infractor. Los agentes de la guardia municipal revisaron las grabaciones de unas cámaras de tráfico instaladas en una rotonda próxima y detectaron el paso de un vehículo que presentaba serios destrozos.

Poco después, varios testigos alertaron de que en la urbanización colindante a la que se produjo el suceso había un turismo lleno de abolladuras. Instantes después, la Policía Local llamaba a la puerta del sospechoso para interrogarlo. La presunta prueba de cargo estaba estacionada frente a su casa.