Alerta OVNI en Granada

Si los extraterrestres invadiesen la tierra lo harían en verano. Llevarán años observándonos y saben que a estas alturas los humanos o están en la playa o los que se han quedado en la ciudad andan aletargados en un sofá, con las persianas bajadas y el aire acondicionado puesto. Cuando salgamos en septiembre nos encontraremos con el mundo controlado por unas extrañas criaturas verdes, cabezonas y de grandes ojos almendrados.

Afortunadamente, habrá un periodista de guardia dispuesto a contarle todos los detalles de la invasión. Y es que, uno de los temas que más veces ha salvado a la redacción de las sequías informativas (que no todos los veranos hay un presidente convocando elecciones), es el asunto ovni. Llámelo 'clickbait', pero el lector de vacaciones puede andar mirando al cielo y debe de saber distinguir entre las señales del más allá y los satélites de Elon Musk.

Y no hace falta remontarse a muchos años atrás en el tiempo. En julio del año pasado un exoficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea norteamericana aseguró que Estados Unidos oculta al mundo restos de platillos volantes estrellados y de sus tripulantes. Bajo juramento, dijo en una audiencia en el Congreso que existe, desde hace décadas, un programa de ingeniería inversa a partir de tecnología alienígena. Dejó caer que otros militares quieren destapar la conspiración y que temen por sus vidas.

De que los americanos tienen cadáveres alienígenas criogenizados en algún lugar llevan los periódicos informando desde 1947 cuando el 8 de julio se anunció la recuperación de un platillo volante en Roswell, Nuevo México. En el verano de 1995 se difundió una película de una autopsia de uno de los extraterrestres que viajaban en esa nave. Los forenses y técnicos en efectos especiales que la vieron concluyeron que era un montaje, no podía ser de otro modo porque los médicos no llevaban guantes, ni trajes anticontaminación, el cadáver está en una camilla y no en una mesa de autopsias... en fin, una 'fake' bastante cutre hasta para el mes de agosto.

El verano del 83 en Granada

En verano de 1983 la 'movida espacial' llegó hasta Andalucía y reunió a unas doscientas personas en Sierra Nevada, convocadas por el programa de Radio Popular 'Alerta Ovni'. Estas citas se prolongaron durante varios veranos hasta que llegó la fecha mágica del 17 del 7 de 1987. Esa noche, en el Llano de la Perdiz y en el pico del Veleta, muchos observadores, «algunos incrédulos» apuntaron en antena, aseguraron haber divisado objetos volantes no identificados que se movían en dirección norte-sur y realizaban bajadas verticales a una velocidad inusual. En Granada, el Equipo Raudive mantuvo la tradición y durante varios años continuó convocando a aficionados en una jornada de observación que reunía a familias en torno a las estrellas. Envueltos en el ambiente del más allá, con lo hoteles medio vacíos, señores alienígenas, aprovechen la ciudad, que estamos de temporada baja y no hay colas en el Ávila

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