Jueves, 7 de enero 2021, 20:04
El municipio de Algarinejo vuelve a estar en el ojo del huracán después de que se haya originado un brote tras las fiestas al que ya se asocian 50 contagios. El alcalde del pueblo, Jorge Sánchez, lo asocia a las reuniones familiares de estos días. « ... El pueblo está asustado y casi confinado», explica el primer edil, que teme que la mancha de aceite siga extendiéndose y afecte a un mayor volumen de población.
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La situación es tal que desde el colegio del municipio han conminado a la Delegación de Educación a que les permita posponer la vuelta a las aulas hasta que no pase la tormenta. Acualmente se siguen haciendo pruebas cada día con motivo del proceso de rastreo, pero el alcalde quiere que se haga un cribado poblacional para detectar posibles asintomáticos. Y así se lo ha pedido al Servicio Andaluz de Salud. El objetivo no es otro que tratar de cercar a un virus que les ha sorprendido con el pie cambiado. «Tengo la impresión que esta vez el virus se propaga más fácilmente», apunta Sánchez.
Lo único positivo es que parece que los casos son leves, por el momento. Pero si bien se tiene constancia de que el virus ya ha entrado en la residencia de mayores del municipio, lo que hace temer que se propague por una población que, como se sabe, es muy vulnerable. El alcalde aprovechó la llamada de IDEAL para insistir en que se cumplan las medidas escrupulosamente y deseó que este brote se pueda superar como los anteriores que han padecido.
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