El río que alimenta marismas y arrozales del suroeste
Rincones al descubierto ·
Corredor verde del Guadiamar. La naturaleza ha recuperado los espacios que en 1998 fueron arrasados por la catástrofe ecológica de Aznalcollar. Dos décadas después, el río Guadiamar y su entorno son los protagonistas de un corredor verde que une la Sierra Norte de Sevilla con el bajo Guadalquivir
JUAN ENRIQUE GÓMEZ y MERCHE S. CALLE
Jueves, 20 de agosto 2020, 00:20
Las garzas imperiales alzan el vuelo desde los juncales y carrizos del Caño del Guadiamar, en el extremo oeste de la provincia de Sevilla, en el interior del Parque Nacional de Doñana. La presencia habitual de estas enormes aves (1,5 metros de envergadura de ala) indica que las aguas del río, remansadas en la marisma cercana a la localidad de Isla Mayor, poseen un alto nivel de calidad. Atrás quedaron los meses en que los vertidos tóxicos de las minas de Aznalcóllar, provocados por la rotura de una presa (ocurrida el 25 de abril de 1998) inundaron los cauces que, desde esa localidad de la Sierra Norte de Sevilla, bajan en busca del Bajo Guadalquivir, a través de casi un centenar de kilómetros con algunos de los parajes naturales más impresionantes de la Andalucía occidental.
El cauce del río Guadiamar, tras ser restaurado y recuperado durante cinco años de obras, se convirtió en el centro de un corredor verde, un espacio protegido que permitía la regeneración natural de sus ecosistemas. 22 años después, la catástrofe ecológica no es más que un referente de la historia de una gran cantidad de parajes que forman una línea que conecta las estribaciones suroeste de Sierra Morena con los arrozales, lucios y marismas de la desembocadura del Guadalquivir, del que el Guadiamar es su último afluente antes del Atlántico.
Información útil
Cómo llegar
A Aznalcóllar: Desde Sevilla por la salida hacia Camas de la autovía a Huelva | A Aznalcázar: Salida 16 de la autovía de Huelva | Al bajo Guadiamar: Puede llegarse desde Isla Mayor o por Villamanrique de la Condesa
Visita obligada
Presa: El punto donde se produjo el vertido tóxico en Aznalcóllar | Isla Mayor: Los arrozales que se encuentran a los lados de la carretera | Centro Guadiamar: El centro de visitantes del corredor verde está en Aznalcázar | Doñana: Centro de Visitantes José Antonio Valverde | El Rocío: Es posible desviarse de la ruta y acercarse a la aldea de El Rocío.
Para conocer el corredor verde hay que ir a Aznalcóllar, a 40 minutos al noroeste de la ciudad de Sevilla. En el mismo punto en el que se produjo el vertido tóxico, junto a los restos de la presa se inicia un sendero que llega más allá de Aznalcázar, hasta el famoso 'Paso del Quema', el lugar por el que transitan muchas de las caravanas de romeros que se dirigen a la aldea de El Rocío, y vuelve hasta el inicio del sendero. Es uno de los corredores ecológicos más largos de Andalucía, con 60 kilómetros de recorrido, que aunque puede hacerse a pie durante cuatro jornadas, también es posible ir en coche hasta diferentes puntos para realizar paseos parciales.
Es un largo bosque de galería, con puntos donde el río crea estancamientos de aguas, cascadas y parajes de interior del bosque ribereño, con alamedas, sauces, almeces y vegetación autóctona mediterránea que, según se dirige hacia el sur, deja de ser de las dehesas de la sierra para dejar paso a pinares y zonas de matorral. El Guadiamar pasa por extensas zonas de cultivos hasta llegar a la localidad de Aznalcázar, donde el paisaje cambia con un río ancho que riega tierras llanas en las que comienzan a vislumbrarse pinares y dunas consolidadas. En esta localidad está el Centro de Visitantes del Corredor Verde. Es desde aquí donde el sendero vuelve a sus inicios.
Pero aunque el sendero recomendado por la Junta de Andalucía se hace circular y vuelve a Aznalcóllar, al sur del paso del Quema queda el trazado donde el bajo Guadiamar encierra sus secretos más ocultos. Es el territorio donde las marismas del Guadalquivir se funden con el Parque Nacional de Doñana. Llegar desde la localidad de Villamanrique de la Condesa hasta Isla Mayor y el Centro de Visitantes José Antonio Valverde, en los lucios de Doñana, es toda una aventura a través de los parajes más recónditos del entorno del parque, las marismas y los arrozales, siguiendo el curso del Guadiamar y sus derivaciones.
Es una carretera creada sobre caminos agrícolas abiertos para comunicar los campos de cereal y los arrozales que se extienden entre Puebla del Río e Isla Mayor y se interna en las marismas de Doñana y el Guadalquivir. 38 kilómetros de los que 22 son de carriles sin asfaltar, que aunque puede hacerse en turismos, será preferible viajar en 4x4, o un 'todo camino', para superar los muchos baches y badenes que nos esperan, pero el paisaje compensa las dificultades. El asfalto acaba en el cruce con Isla Mayor, en un paraje donde los grandes tractores de ruedas dentadas aran la tierra bajo la superficie de las láminas de agua donde plantarán el arroz, pero al otro lado del arrozal, el Guadiamar serpentea en una extensa llanura de campos de trigo en los que pastan reses bravas. El río se bifurca en diferentes brazos para llenar la marisma que se extiende hacia el oeste. La vía continúa hacia el sur, mientras al este los arrozales desaparecen para dar paso a los lucios, espacios de aguas encharcadas más profundas que la marisma, en los que habitan grandes colonias de aves acuáticas como moritos, con la mayor población de Europa, espátulas, garzas y cigüeñas. Es un recorrido ideal para detenerse en algunos puntos y observar el movimiento en los lucios. Estamos en parajes completamente alejados de los recorridos turísticos del parque, donde la naturaleza es quien marca los ritmos a seguir en base a lluvias y mareas.
Llegar al Centro José Antonio Valverde supone un alivio tras los muchos kilómetros de baches. Es un complejo de exposiciones y miradores acondicionado al estilo de las cabañas de Doñana. Un gran ventanal permite ver las evoluciones de la colonia de moritos.
En su entorno, paseos y observatorios, que recorren el Caño del Guadiamar. Estamos a solo 13 kilómetros de la aldea de El Rocío, conectada por un único camino que solo puede recorrerse andando cuando dos lagunas lo permiten. Al sur, se extienden los humedales y marismas que alimenta el Guadiamar antes de fundirse con las aguas del Guadalquivir, 17 kilómetros al sureste.
El oasis de la Cañada de los Pájaros
Es el paraíso de la avifauna del suroeste de Andalucía. Es la Reserva Natural Cañada de los Pájaros, un paraje en el que se concentran ecosistemas lagunares que sus propietarios privados han convertido en uno de los centros de recuperación de especies amenazadas más importante de Europa, en colaboración con la Junta de Andalucía. Puede visitarse y disfrutar de la observación de aves imposible de ver en otros lugares. Es una alternativa perfecta tras visitar algunos puntos del Corredor Verde del Guadiamar, ya que está a solo 17 kilómetros de Aznalcázar. Desde allí se puede ir a Isla Mayor y continuar hacia el bajo Guadiamar.
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